El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha anulado las normas de conservación del Monumento Natural de Montaña Tindaya atendiendo a un recurso contencioso-administrativo presentado por la Federación de Ecologistas Ben Magec.

Los ecologistas consideran que esta sentencia anula el proyecto del escultor vasco Eduardo Chillida que promueve en la citada montaña el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura y sin protección a los valores naturales que atesora este entorno, especialmente a los podomorfos que se encuentran en su cima. Sin embargo, otras interpretaciones entienden que el fallo judicial solo afecta a la limitación de la zona donde se encuentran los podomorfos.

El Gobierno de Canarias evitó ayer pronunciarse sobre el fallo del TSJC, y reconocieron que tanto los Servicios Jurídicos como la Consejería de Política Territorial se encuentran estudiando la sentencia dado que disponen de diez días para recurrirla.

La Comisión de Ordenación del Territorio de Canarias (Cotmac) aprobó de forma definitiva en febrero de 2010 las mencionadas normas de protección con el objetivo de darle encaje legal al macro proyecto de Chillida. Ante ello, los ecologistas presentaron un recurso contencioso-administrativo ante el TSJC, defendido por el catedrático de Derecho Urbanístico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Carmelo Padrón, al entender que las polémicas normas aprobadas contradicen los valores culturales y naturales de la montaña y que el proyecto de Eduardo Chillida es incompatible con el Monumento natural.

Ben Magec entiende que las normas de conservación aprobadas por la Comatc no cumplían la función para la que estaban destinadas, que no era otra sino proteger el Monumento natural de Tindaya. Además, la presencia de los podomorfos en la superficie de la montaña, establece por ley l a existencia de un Bien de Interés Cultural (BIC). Sin embargo, los ecologistas aseguran que el Gobierno no ha delimitado ese Bien de Interés Cultural (BIC).

Uno de los miembros de la Federación ecologista, que también es arqueólogo, José de León, aseguró ayer a este periódico que "no descartamos pedir responsabilidades al consejero de Política Territorial, Domingo Berriel, ya que ha sido el principal promotor del proyecto de Chillida en la montaña de Tindaya".

A medida

Los ecologistas siguen señalando que el Gobierno de Canarias redactó y aprobó las normas de conservación del Monumento Natural de Tindaya "para colar el proyecto de Chillida", sentenció De León.

La zona donde se asienta la montaña de Tindaya ocupa una superficie de 186,7 hectáreas en el municipio de La Oliva. Este espacio natural protegido alberga yacimientos de relevancia patrimonial, tales como los podomorfos, además de constituir un refugio de creencias aborígenes según los historiadores e investigadores. A esta consideración cultural hay que sumar su gran importancia natural, ya que la zona encierra un alto valor científico por su origen volcánico y, además, es el lugar donde habitan especies de flora y fauna silvestres amenazadas.

Los estudios de los arqueólogos han posibilitado la localización de 213 podomorfos o grabados distribuidos en 57 paneles y otras 29 siluetas en bloques sueltos, que forman parte de la historia de los antiguos aborígenes majoreros.

Muchos de estos grabados han desaparecido tras ser arrancados materialmente de la roca donde se encontraban ante la falta de vigilancia que existe en el entorno de la montaña sagrada. Todo apunta que los citados podoformos robados van a manos de coleccionistas.