Cientos de cometas surcan el cielo del norte de Fuerteventura formando diferentes figuras y colores. Unos 170 familias han llegado de Inglaterra, Alemania, Holanda, Suecia y España para disfrutar de su afición de volar las cometas, algunas elaboradas de forma artesanal y exclusivas para el evento.

Una edición en la que se han organizado numerosas actividades como un combate de cometas rokkaku que consiste en una lucha entre varios cometistas y cortar el cordón para echarla abajo en el que gana el que consiga mantener su pandero en lo alto. Una práctica tradicional de Japón, un país con larga tradición en este oficio, y en donde se emplean unas cañas curvadas de bambú y seda decorada.

El organizador y promotor del certamen es Jacinto Rodríguez Macías, que acude cada año al encuentro con su familia, y que asegura que el festival ya se ha convertido en un atractivo turístico y que si se promociona bien puede ser una plataforma para atraer aficionados de todo el planeta. "Hemos mantenido el evento y a pesar de la crisis tenemos una alta participación con gente que acude desde sus países, se paga su estancia y los gastos de transporte de todo el material" añade. "En definitiva te tiene que gustar, y alrededor de este evento se genera economía". Rodríguez resalta " el potencial de las playas, la temperatura y el viento que facilita el vuelo y muchos participantes acuden a la Isla a probar su nuevo volantín, que si resiste, resistirá en cualquier otro lugar".

Una pareja inglesa que cumple sus diez años de vacaciones y asistencia al festival es la formada por Stephen e Yvonne Bloomfield. "Para nosotros es todo un placer venir a Fuerteventura con nuestras cometas porque nos encanta esta isla y la convivencia también es muy bonita" afirman. Ellos traen los barriletes giratorios de mil colores que se mueven sin cesar con el viento, pero también levantaron nuevas creaciones que han traído para esta edición. "Tenemos muchos amigos y para nosotros estas son las mejores vacaciones para disfrutar de las playas y de nuestra diversión", apuntan.

Otros ingleses de Oxford que participan por segundo año consecutivo son Paul y Stuart Parsons. Ellos han traído muñecos animados y hasta un Papá Noel para anunciar la Navidad. "Nosotros confeccionamos nuestras propias cometas en casa y nos gusta acudir a todos los festivales que podemos porque siempre se aprenden cosas nuevas y el intercambio es muy gratificante", aseguran. De Fuerteventura valoraron la magnífica temperatura en noviembre, dado que en su país ya están con abrigo y mucho frío.

En la jornada de hoy se clausurará el festival con un último vuelo de exhibición y una pequeña fiesta de despedida entre todos los participantes, en el que se intercambiarán regalos y objetos.

Este año la organización del festival ha reforzado la presencia de periodistas alemanes de revistas y prensa especializada para conseguir que la cita tenga una mayor difusión y se promocione en los países europeos. Todo ello con la intención de que este evento entre en los hogares de todo el planeta y que cada año más familias extranjeras decidan establecer sus vacaciones en esta fecha y disfrutar de un evento alegre y muy divertido.