La periodista que se hallaba en el hotel Palestina de Bagdad el 8 de abril de 2003 durante el atentado en el que perdió la vida el cámara José Couso, Olga Rodríguez, ofreció ayer a 300 jóvenes una clase magistral sobre el trabajo de los profesionales de la información.

La corresponsal de guerra, especializada en los países árabes, aseguró a los jóvenes que 2011 fue un año decisivo en el que las sociedades árabes salieron a la calle a reivindicar lo mismo que en España una vivienda o un salario digno. "El famoso lema de pan, libertad y justicia social que tanto se coreó en países como Túnez o Egipto" expresó.

"Oriente Medio tiene la mala suerte de estar en un punto geoestratégico en el que confluyen muchos intereses nacionales e internacionales, en el que hay mucho petróleo como decía Eduardo Galeano si en Irak hubiera rabanitos en vez de petróleo no hubiera sido invadido", destacó la profesional. Además "gobiernan dictaduras o monarquías absolutistas, como Arabia Saudí, y es una región muy pobre". Unas sociedades -añadió- que no van a poder ser libres y tampoco lo serán las mujeres hasta que no logren un nivel de vida digna y una situación económica más acomodada. La periodista puso como ejemplo Egipto que tiene "al 40% de la población viviendo con menos de un dólar al día".

Olga Rodríguez transmitió a los jóvenes que ha sido testigo de numerosas masacres y ha visto la muerte de muchas mujeres y niños como corresponsal de la cadena Ser. "Pero en esta profesión no sólo hay que ser fuerte sino tener una gran profesionalidad y ser muy batalladora para poder contar las cosas. He sufrido cuando un jefe te dice que ya no interesa el asunto, y prefiere a un pingüino porque es más gracioso y tiene más audiencia que un atentado, con una alfombra de cadáveres delante y te ves impotente porque no puedes contarlo", reflexionó.

Lea la noticia completa en la edición impresa de La Provincia, en el PDF del periódico o en Orbyt