El juez sustituto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Puerto del Rosario, Beltrán Calatayud, decretó ayer el ingreso provisional en la cárcel de Tahíche, en la isla de Lanzarote, del empresario Eduardo Paz Alcalde, de 46 años, detenido el pasado miércoles acusado de presuntos abusos sexuales a menores. Eduardo Paz prestó declaración durante más de cinco horas y llegó escoltado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). El empresario volvió a negar todos los hechos que se le imputan en la sede judicial, al igual que hizo antes en la Comisaría.

El magistrado lo acusa de un delito contra la libertad sexual e indemnidad. El detenido quedó ingresado en los calabozos de la Policía Local de Puerto del Rosario a la espera de que mañana sea trasladado hasta la prisión de Tahíche.

Un total de doce personas mayores y diez menores presentaron denuncias contra el director de la batucada Besay por presuntos abusos sexuales a los componentes del grupo durante los campamentos que organizaba Eduardo Paz. Con la disculpa de vacunarlos contra las pulgas que había en la finca de su propiedad y lugar de las concentraciones, los invitaba a desnudarse y posteriormente procedía a los tocamientos, según denunciaron padres de los menores. Tras la presentación de la denuncia ante el Servicio de Atención a la Familia (SAF) del Cuerpo Nacional de Policía y la puesta en marcha de las diligencias e investigaciones por los agentes, se procedió a la detención de Eduardo Paz.

La llegada del empresario a los Juzgados majoreros estuvo rodeada ayer de momentos de máxima tensión ya que se habían concentrado medio centenar de personas, entre ellos familiares de los niños afectados, que insultaron y abuchearon al empresario, con gestos de dolor y rabia, e incluso intentaron acceder hasta el vehículo policial con intención de agredirlo. Agentes de la Policía Nacional evitaron el linchamiento del detenido.

Nunca se había visto en Fuerteventura un despliegue policial como el establecido ayer en los Juzgados majoreros. Desde primera hora de la mañana se procedió al cierre de las calles aledañas con vehículos policiales y motos. Actuaron una veintena de funcionarios de la Policía Nacional y miembros de la Policía Local de Puerto del Rosario.

Los nervios y la tensión acumulada durante estos días volvieron a estallar ayer en los juzgados ante la comparecencia e Eduardo Paz al igual que durante el registro en el local de la batucada. Desde el momento en que vieron aparecer dos vehículos policiales los padres y familiares, que estaban acompañados por vecinos en solidaridad con los mismos, perdieron los nervios. Incluso una mujer intentó introducirse en el interior de los Juzgados. Gritó a viva voz: "Eduardo, qué les has hecho a mis hijos. Cómo has podido hacer eso cuando te los confiamos". Tras pronunciar estas palabras se derrumbó.

Los ataques de ansiedad también se sucedieron. Esto provocó que el Servicio de Urgencias Canario (SUC) tuviera que desplazar una ambulancia para atender a unas cuatro personas que no pudieron soportar la emoción y la intensidad del momento. Las familias de los pequeños afectados por los presuntos abusos sexuales mostraron, como pudieron, su indignación por el caso. No pararon de gritar algunos derramar lágrimas de impotencia.

"Llevo sin dormir desde el domingo, cuando nos comunicaron otros padres lo que estaba pasando. No me lo podía creer al principio porque siempre hemos confiado en Eduardo, pero cuando nuestra hija también nos confesó lo de los tocamientos, ya no había duda. Espero que se pudra en la cárcel y que no vuelva más a Fuerteventura", señaló una madre, visiblemente airada y afectada.

Personas conocedoras del proceso judicial confirmaron a este periódico que el empresario detenido se mostró muy tranquilo "durante su comparecencia ante el juez". También negó todos los hechos que se le imputan y atribuyó la denuncia a un padre enfadado por haber expulsado a su hijo de la batucada". El juez no creyó su declaración y ordenó su ingreso en la prisión de Tahíche.