Los visitantes a la Isla de Lobos ya cuentan con un área de descanso. El Cabildo majorero ha finalizado la rehabilitación del antiguo restaurante del islote. La inversión del citado proyecto asciende a 84.000 euros.

Uno de los mayores atractivos de este nuevo equipamiento es su situación en el núcleo pesquero de El Puertito, con espectaculares vistas al bañadero, y en el que los visitantes tendrán la comodidad de disfrutar un espacio de 160 metros cuadrados acondicionado para el descanso, con zonas de sombra y también, próximamente, con la instalación de máquinas expendedoras de bebida y alimentos.

Junto a la rehabilitación del edificio, otro de los objetivos del proyecto ha sido su integración en un entorno de sensibilidad paisajística y ecológica. Los revestimientos de madera y el acondicionamiento exterior de acuerdo a la tipología arquitectónica tradicional han dado un resultado positivo en este sentido.

El Cabildo también ha desarrollado en este enclave de alto valor natural otras actuaciones como el Centro de Interpretación del Parque Natural de la Isla de Lobos, al tiempo que ha dispuesto de un vehículo eléctrico destinado al servicio de vigilancia que se abastece de energía solar.

La consejera insular de Medio Ambiente, Natalia Évora, adelantó, que "la apertura al público está prevista en próximas fechas, una vez se encuentren instalados los equipamientos interiores como mesas o bancos, y valoró el resultado positivo de una acción que ha requerido de un esfuerzo importante, por la tramitación del proyecto en un espacio protegido y por las dificultades derivadas de ejecutar los trabajos en un lugar aislado por el mar".

El área de descanso se habilita en el antiguo restaurante del islote de Lobos, abandonado desde los años 80 del siglo pasado, sobre una superficie correspondiente a una parte de la edificación, aunque dentro del proyecto se rehabilitó la totalidad del edificio. En el exterior se ha ejecutado un enfoscado rústico e instalado láminas de madera superpuestas a la pared, y al mismo tiempo el interior de la zona de visitantes abre su fachada para facilitar la visión del bañadero de El Puertito.

La intervención que realizó el Cabildo respeta la estructura original, aunque sustituye la techumbre por encontrarse en un estado de avanzado deterioro.