Los empresarios de la localidad turística de Costa Calma, en el municipio de Pájara, están cansados de los incumplimientos de Gobierno de Canarias respecto al Plan de Modernización y Mejora Turística. Ante el temor de perder competitividad con otros destinos, incluso en la propia Isla, han optado por iniciar con fondos propios la renovación de sus complejos. La patronal sureña denuncia el desequilibrio provocado por el Ejecutivo canario al culminar los proyectos de modernización de Morro Jable, Caleta de Fuste y Corralejo, y retrasar el de su zona. Consideran que esta dilatación frena el desarrollo económico de Costa Calma y crea inseguridad jurídica en el empresariado.
El Grupo PSH, que controla unas 8.000 camas turísticas a través de sus doce hoteles, diez en Fuerteventura y el resto en Lanzarote y Gran Canaria, no ha esperado a que el Gobierno termine de redactar el proyecto de modernización de Costa Calma. Por ello, ha iniciado la renovación integral del hotel Mónica Beach, perteneciente a la familia majorera Pérez Saavedra, con una inversión privada de 15 millones de euros con el objetivo de remozar las instalaciones del complejo e incrementar el sello de calidad. La intervención ha provocado que sus 800 plazas alojativas de tres estrellas ascienda a la categoría de cuatro. Inicialmente se procedió al remozamiento de un centenar de sus 297 habitaciones y apartamentos, y actualmente, se trabaja en el resto. La cadena espera culminar todo el proceso a finales de mayo o principios de junio.
El presidente del citado grupo empresarial, Gregorio Pérez, señaló que "no podemos esperar por el Gobierno de Canarias porque nos quedaríamos fuera del mercado turístico. Por ello, hemos decidido iniciar el proyecto de renovación al margen del Plan de Modernización del Gobierno". Además, añade, que la conclusión de los planes de Morro Jable, Caleta de Fuste y Corralejo "han provocado un desequilibrio comercial y competitivo que supone un trato injusto para los empresarios de Costa Calma".
La renovación del hotel Mónica Beach ha posibilitado la remodelación de sus habitaciones, la construcción de una piscina, la zona de Recepción y el comedor, mientras se ha añadido un nuevo restaurante a la carta, un Spa y aire acondicionado a todas las habitaciones.
"El grupo ha diseñado un plan estratégico de inversión que contempla rehabilitar un hotel cada año. Ya veremos qué pasará cuando se apruebe el Plan de Modernización. Cuando llegue ese momento decidiremos si nos adherimos o que haremos. De momento, estamos centrados en nuestro propio proyecto de renovación", apuntó Pérez.
El presidente del grupo PSH, que dispone de una plantilla de unos 700 trabajadores, mostró su satisfacción "por haber mantenido la plantilla de trabajadores sin ejecutar ningún ERE mientras se han llevado a cabo el proceso de remozamiento del Mónica. Nuestro compromiso social es inmenso con nuestro personal y con Fuerteventura. Tanto es así que las cuatro empresas que llevan a cabo los trabajos son majoreras". También, añadió, que "el apoyo del Ayuntamiento de Pájara y, especialmente, de su alcalde Rafael Perdomo, ha sido determinante para que hayamos desarrollado nuestro propio proyecto de renovación turística".
Sin embargo, los empresarios de Costa Calma esperan que el Ayuntamiento de Pájara incentive a los que se acojan a los planes de modernización con eximirlos del abono de Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y de la licencia de obras".
Inicios
Costa Calma tiene actualmente 14.877 camas turísticas, de las que 11.954 son plazas autorizadas y 2.923 con autorización previa. La vinculación de la zona con el sector turístico data de principios de los años 80 cuando el fallecido empresario Gregorio Pérez Alonso, compró al Banco Hispano Americano 10 millones de metros cuadrados. La evolución posterior de Cañada del Río fue imparable. Desde la inauguración de los dos primeros hoteles: Sotavento Beach y Taro Beach, además de un centro comercial comenzaron a llegar turistas y a interesarse por la zona los principales touroperadores.
El gerente de Gesplan, Rafael Castellano, justificó hace unos días el retraso del plan de renovación de Costa Calma, "porque no hemos tenido la interlocución precisa con empresarios y Ayuntamiento para hacerlo a tiempo junto con el resto.
