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Turismo en la Villa Histórica

Los visitantes eligen Las Peñitas

En la Vega de Río Palmas se consolida la Casa de la Naturaleza para disfrutar del paisaje rural y gastronomía majorera - Unos dos mil turistas recorren cada día el espacio histórico

El municipio de Betancuria recibe más de 2.000 turistas cada día y se erige como el segundo espacio más visitado de Fuerteventura después de sus maravillosas playas. Un empresario que conoce bien esta realidad y que ha apostado por la Villa Histórica para enseñar cultura, tradiciones y naturaleza es el alemán Rayner Loos.

Hace aproximadamente un año inauguró uno de sus sueños, la Casa de la Naturaleza en la Vega de Río Palmas. "A diario pasan cientos de personas y ha sido un éxito. La casa está en un lugar estratégico para contemplar el espectacular paisaje rural de Las Peñitas y disfrutar de una rica comida", explica Loos. Lo que prima es el concepto -agrega- de fundir arquitectura y naturaleza. "La Casa de la Naturaleza se ha convertido en un refugio para el senderista. Aquí pueden descansar y comer después de una caminata, ofrecemos un pequeño museo con una exposición permanente dedicada a las aves de Fuerteventura con una película de Pedro Felipe Acosta y otra de pájaros de España de Raúl Tomas Granizo", detalla Loos. Una tienda de artesanía, un silencio y un entorno que atrapa al visitante.

La Casa de la Naturaleza invita a entrar en el histórico sendero del Paso de Las Peñitas, que conduce hasta la ermita donde, según la tradición, en 1441 milagrosamente Fray Diego encontró una cueva con la pequeña escultura de una Virgen. En Fuerteventura se festeja esta efemérides cada septiembre durante los actos de las fiestas patronales en honor a la Virgen de La Peña. "Los turistas se interesan por su historia", reconoce Loos.

El Paso de las Peñitas lo definió la viajera inglesa Olivia Stone como un "magnífico desfiladero de granito", y el antropólogo francés René Verneau observó en sus "enormes peñones" sobre la garganta estrecha "algo imponente". Más de un siglo después, el camino que lo atraviesa sigue asombrando. Por ello, Loos compró los terrenos y comenzó hace cinco años su sueño. "Una gran inversión por una arquitectura de calidad en plena naturaleza, donde el visitante se sienta como en casa", agrega. Madera, techos a dos agua de cañas y barro, balcones canarios, una acogedora terraza para ver el paisaje y un pequeño estanque invitan a disfrutar del paraíso.

"Tenemos también una sala de exposiciones para organizar diferentes actividades con los touroperadores o con las instituciones de la Isla", asegura el propietario. Su vida y su vinculación con Canarias es para escribir un libro. Rayner Loos (Düsseldorf, 1950) llegó a Lanzarote por su profesión de artista y fotógrafo en 1975.

"El paisaje lunar me impactó, tuve la oportunidad de conocer a artistas como César Manrique y su concepto de arte y naturaleza me atrapó", señala. El trabajo de Loos, sus postales e imágenes han dado la vuelta al mundo. En 1992 Loos se queda en Fuerteventura y adquiere unas casas viejas en Betancuria. "Cuando decidí restaurar la Casa Santa María, dedicada a los oficios tradicionales y a la cultura, mis amigos me llamaron loco", recuerda. Santa María celebra sus 20 años de funcionamiento y da empleo a más de una decena de personas, entre ellas a varios artesanos. Este museo y su restaurante son ya una visita obligada en la Villa Histórica, en pleno corazón de la localidad, con una demostración de los productos de la tierra. "Luego abrí el restaurante Casa Antonio, en la Vega de Río Palmas junto al santuario de La Peña, que recibe a diario a muchos turistas, cada vez más franceses y polacos interesados por la cultura insular", afirmó.

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