Las cafeterías y restaurantes de Gran Tarajal recibieron a los primeros asistentes del festival Womad 2016 equipados con las despensas y cocinas repletas de víveres para atender al público que se distribuye por el recinto ferial y la avenida de la playa.

Agustín Santana, regenta el restaurante Danone y asegura que en las dos ediciones anteriores este evento musical repartió generosos beneficios económicos en el sector hostelero de la localidad. "Se agotó la comida, numerosas bebidas y reinó un ambiente pacífico, solidario y cordial", añade. No en vano se espera la llegada de miles personas en este pueblo, llegadas desde otras islas, Península e incluso Reino Unido o Alemania.

El festival de las músicas del mundo arrancó anoche con escaso público y mirando al cielo por las lluvias aunque en el camping instalado para el evento registró un gran trasiego de usuarios. Hasta la fecha unas cien tiendas de campaña se instalan en este alojamiento improvisado, y no pararon de entrar furgonetas y autocaravanas en el parking del festival.

En la avenida conocemos a dos fieles del Womad Cáceres, Eli y Diana que este año deseaban conocer el festival canario. "Somos artesanas del cuero de Málaga, aunque viajamos por toda España, y hemos visto la evolución de Womad Cáceres por eso nos apetecía venir al canario que es muy diferente por celebrarse en la playa y con menos público que el festival extremeño, que recibe gente de todo el país", aseguran.