El Cotillo despidió a uno de sus vecinos. Y lo hizo con la espectacular puesta de sol que abraza cada tarde al pueblo marinero como testigo de excepción. En el horizonte, la misma estampa que durante años retrató con su cámara Wolfgang Josef Esser ( Alemania, 1950- Fuerteventura, 2017), conocido como Jo Hammer, fotógrafo e historiador. No solo era el retratista del pueblo. También de Fuerteventura. Aunque nació a muchos kilómetros de distancia se ganó el cariño y el afecto de los majoreros. Tanto fue así, que llegó un día de vacaciones hace más de veinte años desde Alemania, y se quedó a vivir. Aquí, también decidió morir.

Jo Hammer falleció el pasado sábado tras una larga enfermedad. Su cuerpo fue incinerado el martes y su ausencia ha dejado un importante vacío entre los vecinos y amigos de El Cotillo.

Su frágil figura ya no será visible sobre el risco del Muelle Chico, su lugar preferido para captar los tiempos de reboso y los embates de las olas contra las rocas. Allí pasaba largas horas a la espera de inmortalizar las bravas aguas de la mar del norte. También utilizaba el lugar para fotografiar las falúas de pescadores llegando a puerto. Ni tan siquiera estará en la próxima calá con motivo de las fiestas. Eso sí, su imagen perdurará en la retira de los vecinos de El Cotillo.

Jo, como le conocían cariñosamente, fue autor de tres libros: Fotografías de El Cotillo y dos ediciones de Atlantura. También se convirtió en investigador incansable sobre la historia de Canarias a través de los vestigios, piedras talladas a mano, que fue hallando a lo largo de sus recorridos por toda la isla.

Sus análisis prehistóricos incidieron principalmente en su amada Montaña de Tindaya a la que fotografió millones de veces y de la que llegó a conocer y sentir paseándola descalzo, imaginando e interpretando antiguos rituales a partir de su observación de las estrellas y de sus sombras y rincones. "Descubrió el fenómeno natural y mágico que sucede durante los solsticios de invierno entre Tindaya y la Montaña de En Medio", señaló a este periódico Esther Azpeitia, directora de la Feria de Fotografía 3F. Además, añadió, que "fue un hombre muy querido en su pueblo del Cotillo".

Por otra parte, Gilber Bara fotógrafo que fue colaborador del París Macht y que lleva una veintena de años residiendo en la isla, lo recuerda así: "Cuando pienso en Jo viene a mi memoria la imagen de alguien que andaba durante horas con su mochila al hombro y su cámara en mano buscando un nuevo lugar desde donde se pudiera ver un amanecer o una puesta de sol, mostrándonos que en lo cotidiano también podemos encontrar lo extraordinario de ese pueblo que hizo suyo, El Cotillo". Todo un profesional de la imagen.