Martes, 7 de junio de 2017. 14.00 horas. El espacio aéreo de Fuerteventura está colapsado y hay varios aviones en espera de poder aterrizar en la pista 01 del aeropuerto de El Matorral. Es una jornada de mucho tráfico aéreo principalmente por ser un día de entrada de cientos de turistas.

Entre los aparatos que esperan, un Boeing 737 procedente de Banjul (Gambia) de la compañía Phoenix Airways, con 50 personas a bordo, se encuentra haciendo esperas a 6.000 pies de altitud para poder iniciar las maniobras de aproximación y aterrizaje. En un momento, desobedece las indicaciones de la Torre de Control y realiza un descenso no autorizado colisionando con un C-295 militar, un avión de transporte táctico medio, con ocho personas a bordo, procedente de Gran Canaria y que se encontraba también esperando para tomar tierra. Tras la colisión y los graves daños en el fuselaje, el aparato militar realiza un amerizaje. El piloto de la línea comercial activa el protocolo de emergencia y trata de llegar hasta el aeródromo majorero. A unos 19 kilómetros o 10NM del umbral de pista, informa de que no puede controlar el avión y se pierde todo contacto.

El Centro de Control de Tráfico Aéreo de Canarias (CCC), tras recibir la emergencia, comunica la misma al Centro Coordinador del Servicio de Búsqueda y Salvamento del Ejército del Aire (SAR), que alerta a todos los organismos competentes en materia de emergencias.

Esta podría ser la crónica de un accidente aéreo en Fuerteventura. Sin embargo, no es así. Se trata del relato de un simulacro que se llevará a cabo hoy en tierras majoreras y también en su litoral.

Bajo el marco del ejercicio internacional Canasar-Morsa 2017 se realizará la recreación de un siniestro de dos aviones donde participarán, al margen de miembros del Ejército del Aire español, observadores internacionales de Portugal, Marruecos, Mauritania, Senegal y Cabo Verde.

Este ejercicio se plantea con dos objetivos. Por un lado, acercar lo más posible a la realidad el desarrollo del mismo y verificar el grado de coordinación existente entre los distintos servicios de emergencias presentes en Fuerteventura, para dar una respuesta eficaz ante un accidente aéreo con un gran número de víctimas, y por otro, el nivel de coordinación con el Centro Coordinador del Servicio de Búsqueda y Salvamento (RCC) de Lisboa y la utilización de sus recursos aéreos por el RCC de Canarias.

El ejercicio consistirá en la ejecución de maniobras de búsquedas y salvamento en tierra, en el entorno donde se precipita el aparato de la compañía Phoenix Airways, y en el mar, donde ameriza el avión militar.

Más de 300 personas participarán en este simulacro. Desde el medio centenar de alumnos del CIFP Majada Marcial, que harán de figurantes en tierra, hasta las diversas instituciones y organismos competentes en materia de seguridad y emergencias.

Los observadores internacionals observaron ayer en el recinto ferial capitalino las características de un helicóptero del GES.