La soprano Ainhoa Arteta acompañada del virtuosos pianista Rubén Fernández Aguirre enamoraron al público majorero en su primer concierto en Fuerteventura. Un recital muy bello, cercano y cálido con un variado repertorio musical con las piezas favoritas de la artista

La soprano comenzó con un recorrido por la lírica de Granados, Albéniz, Sorozábal y Puccini. Tosca y las emblemáticas arias de las heroínas de Puccini levantaron al auditorio. Un emocionante e histórico concierto de Ainhoa Arteta en Fuerteventura que quiso compartir con el tenor majorero, José Concepción.

La nueva embajadora de Fuerteventura fue explicando una a una las piezas musicales elegidas como la conocida 'Alfonsina y el mar' para recordar al compositor argentino Ariel Ramírez.

Tras un breve descanso y un cambio de vestuario, digno de una diva de la ópera, quiso hacer un homenaje a España con la canción de la Paloma del Barberillo de Lavapies: También añadió una pieza que cantaba su abuelo dedicada a "ser español".

Un edificio maravilloso -dijo- "en el que he disfrutado mucho con cada canción", afirmó. Se despidió del escenario del Palacio de Congresos interpretando la Traviata de Verdi junto al tenor majorero que puso al público en pie. Ovación generalizada, y aplusos interminables para reconocer la calidad musical de esta artista que cosecha premios y éxitos en todos los escenarios del mundo, y que lleva la marca España en su corazón. Recién llegada de Rusia afirmó que las Islas Canarias son un "regalo de los dioses", donde vive un gran pueblo cantante que cuenta con magníficos tenores, añadió.

En su primera visita a la Isla el Patronato de Turismo de Fuerteventura la ha nombrado nueva embajadora de Fuerteventura al ceder su imagen para que esta tierra se venda no solo como un lugar de sol y playa, sino como un destino cultural de primer nivel. La cantante agradeció los honores y prometió regresar con un nuevo concierto ante el cariño recibido.