La Guardia Civil procedió ayer a la detención del joven Jonathan R. S. (Gran Canaria, 1996) como presunto autor de la muerte de Vanesa Santana Padilla, asesinato que ocurrió en el pueblo de Valle de Santa Inés, en el municipio de Betancuria, el pasado lunes. Jonathan es primo de la muchacha asesinada y desde el primer momento estaba en la lista de sospechosos de la Policía Judicial del instituto armado. La operación continúa abierta y los agentes tratan de averiguar si existen encubridores, cómplices, cooperadores necesarios y ha existido obstrucción a la Justicia entre familiares y amigos.
La investigación está pendiente de la llegada de los resultados de los análisis de los restos orgánicos y de huellas encontradas no solo en el cadáver sino en el lugar del crimen y en la ropa ensangrentada. La Guardia Civil siempre sospechó que el asesino se encontraba en el entorno de la joven.
El detenido se encuentra en los calabozos de la Benemérita, en Puerto del Rosario, donde permanecerá hasta su disposición judicial ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6, Ana María Sanz López, que estaba de guardia el día del asesinato, y una vez que finalicen las diligencias policiales.
El pasado lunes, Sonia Padilla Padilla, madre de la joven al regresar de su trabajo en el Ayuntamiento de Betancuria, se encontró a su hija muerta y rodeada de un charco de sangre. La chica fue golpeada con un objeto contundente en el cuello y la cara más de una treintena de ocasiones, lo que le provocó no solo la fractura del cráneo por numerosas zonas, sino un desfiguración facial. Tras el crimen, el asesino tapó el cuerpo con una manta y un edredón e intentó limpiar las huellas de sangre con una fregona.
La agresividad y violencia con que se empleo el autor de la muerte de Vane, como la llaman sus amigos en la Isla, y el hecho que el acceso a la vivienda no estuviera violentado hizo pensar a los agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de Las Palmas, al mando del teniente Daniel Arranz, que se encontraba en el entorno y que, muy probablemente, residía en la misma barriada.
Desde el primer momento, la Guardia Civil dirigió sus pesquisas hacia familiares de la víctima. Tanto fue así que no hubo otras líneas de investigación y no se desviaron lo más mínimo del entorno. Tras la recogida de testimonios y la toma de declaraciones, las pruebas y los antecedentes de acoso a mujeres de algunos sospechosos del entorno de Vanesa Santana, los investigadores se inclinaron por Jonathan R. S. , que además, reside en la vivienda adosada a donde se cometió el crimen.
A pesar de los momentos de dolor que sufría la familia, los vecinos de Valle de Santa Inés y la conmoción que se vivió en toda la isla, Jony, como se conoce al detenido, mostró una enorme sangre fría. No sólo estuvo presente junto a familiares y amigos delante de la vivienda de Vanesa, sino que el pasado jueves también asistió al duelo en el tanatorio y al posterior sepelio en el cementerio del pueblo.
La Guardia Civil hizo creer que no lo vigilaba, pero un agente seguía sus pasos desde la fecha del crimen. Tanto fue así, que al término del entierro y cuando iba con su madre Luci en el vehículo familiar, un Opel de color gris, los vehículos policiales le siguieron y generaron un enorme nerviosismo en la familia . Ayer por la mañana, tanto él como un primo fueron llamados por la Guardia Civil y trasladados desde Valle de Santa Inés al cuartel, donde tomaron declaración a ambos. Junto a ellos, también comparecieron algunos vecinos. La tensión provocó un incidente entre familiares y un testigo. Todos fueron expulsados del inmueble policial.
La relación familiar entre el detenido y la víctima viene por Mauro, padre de Vanesa, y Luci, madre adoptiva de Jonathan, que son hermanos. El presunto autor de la muerte fue adoptado por su tía Lucía Macnoli cuando falleció su madre biológica. Se da la circunstancia que adoptó a otros tres niños más.
Jony nació con problemas. Tiene una discapacidad intelectual de un 75% y siempre ha tenido una obsesión por las chicas y los videojuegos. Los vecinos, indicaron a este periódico, que ha protagonizado episodios de acoso a muchachas a las que enviaba mensajes eróticos y amenazas. "Era su modus operandi desde siempre. Ha tenido algunos problemas con las chicas, incluso uno con Vanesa, pero como eran familia no le dieron mayor importancia y, fijate ahora lo que ha pasado", explicaba un vecino consternado por lo ocurrido.
Los vecinos tampoco entienden como un joven con esa patología vivía solo en Valle de Santa Inés mientras su madre residía en otro pueblo cercano. "Desconocemos si se tomaba la medicación o si le controlaban estas actitudes", señalaban quienes compartían inmuebles cercanos.
Al margen del dolor que ha impregnado a los vecinos del pueblo donde residían agresor y víctima y sus respectivas familias, el temor a la fractura familiar preocupa a las autoridades municipales y policiales. Las mismas podrían agrietarse en caso que las pruebas de laboratorio impliquen a alguna persona más. De momento, la Guardia Civil ha aclarado un asesinato que tenía en vilo a toda la sociedad majorera.
