El presunto homicida de la joven Vanesa Santana Padilla salió este martes de prisión para participar en un registro a la casa de su madre en Llanos de la Concepción, en el municipio de Puerto del Rosario, y a escasos kilómetros de donde se cometió el crimen. La Policía Judicial de la Guardia Civil trasladó a Jonathan Robayna Santana (Gran Canaria, 1996), primo carnal de Vanesa, hasta el domicilio de su progenitora donde realizó un registro que duró poco más de una hora.

Los agentes sacaron un ordenador y material informático, especialmente películas de videojuegos, y otros materiales que serán aportados a las diligencias que todavía continúan abiertas a la espera de los resultados de las pruebas remitidas al Laboratorio del Instituto Nacional de Toxicología.

Cuatro vehículos del instituto armado formaban parte de la caravana policial que no pasó desapercibida para los vecinos de Los Llanos. Junto a la comitiva judicial iban la abogada defensora Ana Cristina García, así como varios agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y otros miembros del instituto armado que se encargaron de cerrar los accesos de la calle bloqueándola con los vehículos todoterreno. Jony apareció esposado y con la cabeza cubierta con la capucha de un jersey negro. En el interior de la vivienda se encontraba Magnolia Santana Ponce, madre del presunto homicida, conocida como Luci.

Jonathan fue detenido en la noche del pasado jueves tras la celebración del sepelio de su prima Vanesa cuando se encontraba en el interior del vehículo de su madre. Fue puesto a disposición judicial el pasado lunes donde la juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6, Ana María Sanz López, decretó su ingreso en prisión provisional incondicional, comunicada y sin fianza. La autoridad judicial le atribuye indiciariamente un delito de homicidio, que podría ser recalificado de asesinato si las pruebas que aún se practican apuntan hacia esta tipificación, y otro de agresión sexual.

El cuerpo sin vida de Vanesa fue descubierto el pasado día 4, por Sonia Padilla, madre de la joven, al regresar del trabajo. Su muerte generó una enorme consternación no solo en Valle de Santa Inés (Betancuria), donde residía la muchacha, sino también en Llanos de la Concepción (Puerto del Rosario), donde pasó muchos años de su vida Jony y donde actualmente reside su madre y hermanos.

El pequeño pueblo de Los Llanos se vio este miércoles alterado por la presencia de los vehículos de la Guardia Civil y de los propios agentes. No guardan los vecinos un agradable recuerdo de Jony al que califican como "conflictivo".

Una de las vecinas relata a este periódico que "acosaba y molestaba a las niñas en los colegios donde estuvo del Valle, Betancuria o Antigua". Las amenazaba continuamente", señala al tiempo que pide mantener el anonimato.

Otra vecina, que se encontraba en la calle donde se realizaba el registro domiciliario, apunta que a sus hijas "también las molestaba, las amenazaba" y añade que se lo dijeron en varias ocasiones a su familia "pero no hicieron caso". Ahora se arrepiente de no haber denunciado por evitar conflictos. "Lo que pasa en un pueblo pequeño donde todos tenemos alguna relación familiar, es que no queremos problemas", explica. "Por no denunciar, mira donde ha terminado esta situación, en la muerte de una chica inocente. Vaya desgracia", se lamenta.

Un excompañero de colegio de Jony lo describe como "una persona muy rara, solitaria y fría". "Siempre jugaba a ser un sicario y decía que quería convertirse en un narcotraficante para tener armas. Era un apasionado de los videojuegos de violencia y siempre se mostraba agresivo a pesar de que no era demasiado corpulento", añade.

Con mayor contundencia se expresa otro vecino del citado pueblo del municipio capitalino. "Aquí tuvimos muchos problemas con él. No sólo se dedicaba a quemar papeleras sino que a una mujer mayor le tiraba piedras y hierros a la ventana de su casa. Lo denunciaron por este motivo hasta en dos ocasiones, pero siguió igual. la verdad es que es una pena como ha acabado, pero se veía venir, mucho tardó en hacer una cosa como esta", comenta.

Policía Local

La Policía Judicial de la Guardia Civil ha tenido durante toda la investigación del asesinato de Vanesa Santana a un aliado en los agentes de la Policía Local de Betancuria. A pesar de tener tan solo dos policías, estos se entregaron desde el primer día a colaborar con el instituto armado, e incluso fueron los que alertaron a los agentes sobre la vivienda deshabitada donde finalmente se encontraron la ropa con restos de sangre.