Los 25 participantes de la XX Edición de la Vuelta a Fuerteventura en Kayak culminan su periplo insular al llegar al punto de salida, el Centro Náutico Insular de Puerto del Rosario, donde fueron recibidos con cariño una semana más tarde. Eso sí, ahora llegan cansados y con ganas de dormir, aunque resaltan que "no olvidarán la aventura y la convivencia que se crea en esta ruta espectacular".
La vuelta cumple dos décadas con gran éxito y alta participación cada año, bajo la organización de la Consejería de Deportes. Consistente en rodear la Isla desde la costa y permite a palistas de cualquier punto del mundo apuntarse y contemplar los paisajes más recónditos de la costa majorera.
El coordinador del evento, Miguel Ángel Martín Gopar, expone que el año pasado contaron con 45 personas, pero en esta edición han participado menos deportistas debido a "la poca antelación con la que se abrieron las inscripciones".
Se trata de un recorrido de 253,81 kilómetros aproximadamente, divididos en ocho etapas subdividas en dos tramos cada una, que tiene el objetivo de "disfrutar la isla desde otra perspectiva, lo que implica que nadie va con el afán de competición, sino de divertirse y disfrutar de una vista de Fuerteventura totalmente diferente" indica Miguel Ángel.
El coordinador explica que realizan una vista de los paisajes que no se ven desde tierra, "sobretodo la cara oeste de la isla es la que nos ofrece unas vistas inmejorables como las cuevas y playas escondidas que si no es por el mar, no se puede acceder. Es una imagen totalmente diferente de lo que es la Isla" expresa.
El primer día salieron, entre aplausos y con bastante marejada de Puerto del Rosario hasta la Escuela Náutica de Corralejo haciendo una parada en la playa de El Jablito.
El coordinador del evento afirma que el tiempo de este primer tramo fue el más complicado "debido a las condiciones meteorológicas". No obstante, el clima mejoró día tras día, y en los siguientes tramos como el que va hasta la playa de Los Molinos, donde cada año reciben a la expedición de piraguas con una cálida acogida. Las familias del pueblo preparan una merienda que ellas mismas elaboran en sus hogares para celebrar las parada de los deportistas.
El tercer día pasaron por la playa de Ajuy hasta llegar a Playas Negras (La Pared) donde "las condiciones han sido inmejorables, creo que de los mejores años que recuerdo desde que salimos de este espacio mágico" manifiesta Miguel. La travesía se suele complicar en función de los vientos reinantes y la marejada.
Como se observa en la infografía el recorrido sigue por la Punta de Jandía, en el cuarto tramo, para continuar hasta Costa Calma en el quinto. El sexto día culmina en Gran Tarajal, donde disfrutaron del ambiente festivo de la Semana juvenil, el séptimo hasta Pozo Negro y finaliza en el punto de partida: Puerto del Rosario.
Entre las bajas, hasta cuatro piragüistas abandonaron por motivos físicos debido a la distancia y la dificultad que supone la etapa más larga de 38 millas.
La organización revisa cada día las condiciones meteorológicas y extrema la precaución según las corrientes y vientos de cada etapa. Además, los participantes deben tener una buena forma física.
"El clima ha sido inmejorable, los vientos escasos y esta semana por Jandía, que suele ser un tramo difícil en esta ruta ha resultado increíble", cuenta Martín, tras acariciar cada palmo de la costa con su pala y piragua junto al equipo.
