Fuerteventura llora la muerte del empresario Victoriano Fránquiz, que falleció el pasado viernes en un trágico accidente de tráfico, curiosamente, a un escaso kilómetro de donde residía: la zona turística de Caleta de Fuste. Aunque su nombre era José María Fránquiz Alberto (Antigua, 1949-2018), era conocido popularmente como Victoriano. Su cuerpo recibirá sepultura hoy en el cementerio de Antigua. Antes, a las 11.30 horas se celebrará una misa en su memoria en la iglesia de la citada localidad.

La desaparición del hombre de la eterna sonrisa y de la amabilidad permanente ha causado en toda la isla un autentico estupor. La lucha canaria, el automovilismo y el pueblo de Antigua están de luto. Nadie podía imaginar un desenlace así, pues Victoriano tenía ayer una cita con el deporte vernáculo, donde en su pueblo le tributaban un merecido homenaje por su contribución a este deporte desde la faceta de luchador, bregó en el desaparecido Fagor, germen posterior del Rosario C. L., y en el Unión Antigua, del que también fue presidente.

El Ayuntamiento de Antigua decidió suspender los actos de las fiestas previstos para la noche del viernes, mientras que los corredores que participaban en el rally de ayer, con muchos equipos procedentes de las diversas islas, decidieron por unanimidad suspender la prueba por el fallecimiento del empresario. Victoriano estaba muy vinculado al automovilismo, no solo como colaborador desde su parcela de empresario, sino porque varios de sus hijos son pilotos, como Javier y Víctor, o copilotos como Antonio y Delia. El mundo del motor mostró ayer a través de las redes sociales su pesar por el fallecimiento de Victoriano.

El Tanatorio Cira Ruiz de Puerto del Rosario recibió ayer un autentico enjambre de personas que se acercaron para apoyar a la familia Fránquiz Rodríguez por la lamentable pérdida del patriarca de la familia. Un hombre que supo grajearse en vida la amistad y el cariño no solo de los vecinos de Antigua sino de Fuerteventura en general.

Juan Fránquiz Armas y Teresa Alberto Brito, una familia humilde de Antigua tuvieron cinco hijos: Juan, Victoriano, Teresa, Carmensa, ya fallecida, y Domingo, jefe de la Policía Local de Antigua.

Contrajo matrimonio con Fátima Rodríguez con quien tuvo seis hijos: Javier, Delia, René, Monset, Antonio y Víctor. Además, contaba con varios nietos y una amplia familia radica principalmente en el municipio de Antigua.

Desde joven comenzó a trabajar. Primero con Alonsito Acosta trabajando en las aljibes y posteriormente en el bar de su padre, el afamado establecimiento Bar Plaza. Posteriormente comenzó varias actividades, desde plantar tomateros hasta camionero con la adquisición de dos camiones y un tractor. Además, desempeñó la labor de electricista en los inicios del boom turístico, así como de mecánico, su verdadera pasión. También, regentó durante muchos años el bar del casino de Antigua.

La llegada del cura Manuel Sánchez al pueblo de Antigua, a finales de los años 60, fue determinante en su formación. Don Manuel, como cariñosamente se conocía, le ofreció el trabajo de transportar leche desde las instalaciones d Caritas hasta los distintos colegios de la isla.

Fue un hombre con una enorme visión empresarial. Tras la irrupción del negocio del turismo en Caleta de Fuste compra dos licencias de taxis, a Miguelito Betancor y Eladio Domínguez. Años después, adquiere varios vehículos para destinarlos a coches de alquiler, instalándose inicialmente en los complejos de Inver Canaria, donde contó con la colaboración del desaparecido empresario Tomás Domínguez.

Su pasión por la mecánica le llevó también a montar su propio taller, donde no solo atendía los problemas de su flota de alquiler sino al público en general.