La cúpula regional del Partido Popular (PP) deberán comparecer el próximo lunes en calidad de testigos en los Juzgados de Puerto del Rosario para declarar en relación con la destitución de Águeda Montelongo y Carlos Figueroa como presidenta y secretario general, respectivamente, de los conservadores majoreros.

El presidente del PP canario, Asier Antona, la secretaria general, María Australia Navarro, y el secretario regional de Organización, expresidente de la Gestora majorera y actual portavoz en el Cabildo de Gran Canaria, Carlos Ester, deben comparecer ante la juez tras la denuncia de Montelongo y Figueroa al considerar que se vulneraron sus derechos fundamentales cuando el partido conservador adoptó el acuerdo de crear una Gestora en la isla disolviendo los órganos legítimamente elegidos por los militantes majoreros.

El comité ejecutivo del PP de Canarias decidió en abril de 2017 relegar a la dirección del partido en la isla, que se encontraba encabezada en ese momento por Águeda Montelongo, y crear una comisión de gobierno transitoria liderada por los vicesecretarios generales, Carlos Ester (Gran Canaria) y Luz Reverón (Tenerife). Junto a ellos, se encontraban en la Gestora: Clara Peña, Rosa Enseñat, Enrique Martínez, Jonathan Sobral y Daniel Pérez.

Esta situación provocó la dimisión el entonces secretario general, Carlos Figueroa, y el tesorero del partido, José Medina.

Tras la nueva convocatoria de elección de los órganos del PP majorero resultó elegido Fernando Enseñat como nuevo presidente con el apoyo del 99,9 % de los compromisarios después de que su candidatura fuera la única presentada para dirigir el partido, tras haber sido rechazada la de Pilar González por no conseguir el número suficiente de avales. Por su parte, la actual senadora por Fuerteventura, Esther Hernández, sería nombrada la secretaria insular de los conservadores.

Se da la circunstancias que los denunciantes Agueda Montelongo y Carlos Figueroa apoyaron al nuevo presidente del PP nacional, Pablo Casado, mientras que tanto la cúpula regional de los conservadores canarios, como los líderes majoreros, optaron por mostrar su apoyo a Soraya Sáez de Santamaría, que resultó derrotada.