El Grupo Parlamentario Podemos Canarias considera que el proyecto de Ley de Patrimonio Cultural “tiene graves carencias, falta de una ficha financiera y sus modelos de gestión son más declaraciones de intenciones que realidades posibles”.

Con todo, la formación morada no ha presentado una enmienda a la totalidad del texto que este miércoles ha entrado en la Cámara regional “porque nos queda la esperanza de que las carencias puedan encauzarse a través de nuestras enmiendas parciales, y que en el ejercicio de la responsabilidad que nos toca, mejoremos notablemente esta Ley por el bien del Patrimonio y por la sociedad en definitiva”.

Así lo ha asegurado la diputada Natividad Arnáiz, que ha incidido en el hecho de que “en cuanto al patrimonio religioso y el espiritual, que no son lo mismo, echamos en falta mayor concreción sobre espacios naturales sagrados del mundo aborigen, como por ejemplo puede ser la Montaña de Tindaya”.

Y es que, para Arnáiz, “el sesgado expediente BIC de la Montaña encamina directamente a vaciar su interior y no a proteger el excepcional patrimonio de esta montaña sagrada en su totalidad”.

Puerta abierta a la especulación

Para Arnáiz, otra grave deficiencia en esta Ley es que se sigue dejando en manos de los ayuntamientos, algunos infradotados, las competencias de gestión, lo que permite que se externalicen los servicios a empresas privadas, como pasa con La Laguna, que “siendo Patrimonio de la Humanidad no cuenta con personal arqueólogo a pesar de estar fundada parcialmente en suelo arqueológico”.

“Dejar en manos de empresas privadas algo tan frágil y de fácil especulación es una irresponsabilidad y, como ejemplo, tenemos los derribos de edificios en Santa Cruz con valor histórico, que fueron avalados por un informe externo del Ayuntamiento. Y aunque se corrige parcialmente, esta Ley sigue dejando la puerta abierta a la especulación, si no la enmendamos”, ha insistido.

Romerías sin animales

Arnáiz también ha incidido en que “tampoco se especifica en los actos festivos si se pretende introducir determinados eventos como patrimoniales donde participan animales en condiciones de maltrato y que frecuentemente acaban agonizando o muriendo”, como es el caso de las romerías.

“La Ley debe dejar claro que estos actos festivos deben existir, pero deben estar libres del uso de animales y emplear otros medios de tracción para ser considerados como Patrimonio. En una sociedad evolucionada y que cada día exige mayor protección hacia los seres ya considerados sintientes, incluso por el nuevo Estatuto de Autonomía, no tienen cabida la utilización de animales”, ha asegurado.

Por lo que se refiere a las técnicas artesanales tradicionales, la formación morada echa en falta “mayor concreción y una alusión directa de los oficios tradicionales que son patrimonio inmaterial por definición”.

“Si no aparecen en esta Ley seguirán desprotegidos y desapareciendo, como le ocurre a la práctica alfarera o al oficio de los fotógrafos minuteros que nadie conoce, ni reconoce y que muere en el anonimato”, ha dicho Arnáiz.

Los grandes desaparecidos

Por lo que respecta al contenido paleontológico de la Ley, la formación morada asegura que “es el gran desaparecido, dejándolo así totalmente desprotegido”.

“No estamos de acuerdo con esta ausencia, porque las investigaciones paleontológicas son determinantes para comprender el proceso del pasado natural. Es fundamental que esté presente la materia paleontológica para garantizar el correcto desarrollo del método de investigación y conocer la historia de la vida de este Archipiélago, ya que no tenemos otra fuente de investigación para ello”, ha afirmado.

Según la diputada, “otro gran desaparecido de esta Ley es el patrimonio documental”, que lo desvía a la Ley de Bibliotecas “con una escasa mención resumida en un par de párrafos”.

Respecto al patrimonio inmaterial “observamos también muchas carencias por lo que no se garantiza recoger su amplio espectro”, e igual sucede con las Artes del Espectáculo, pues no incluye “prácticas espontáneas de la cultura canaria de carácter festivo y que forman parte de nuestro día a día, y no deberían desaparecer”.

Inexistencia de un catálogo regional

Arnáiz también ha criticado que actualmente existe una gran disparidad en el inventario y catalogación de los bienes en las islas porque no existe un registro regional, que esta ley tampoco contempla.

“Es una grave deficiencia porque con ello seguirá habiendo disparidad y habrá muchos bienes que seguirán quedando desprotegidos y no solo por ser desconocidos. Pensamos que el Gobierno debe redactar un inventario regional, como ocurre en otras comunidades autónomas, que servirá para que los cabildos puedan contrastarse con otros y conocer sus carencias o deficiencias. Una herramienta imprescindible para combatir la desprotección de muchos bienes, que es además el objetivo de esta Ley”, ha concluido.