El sepelio del sargento de la Guardia Civil Andrés Torres Auyanet, destinado al Grupo de la Policía Judicial de Gran Tarajal y que falleció el pasado lunes a los 40 años, se convirtió en una emotiva manifestación de duelo. Amigos, vecinos y compañeros le tributaron un merecido homenaje, como se observa en la foto, a un hombre que ha dejado una profunda huella no solo en su labor profesional sino en su faceta de vecino de la localidad sureña. El sargento de la Guardia Civil, que residía en el citado pueblo, deja viuda y un hijo de 20 años, que han recibido incontables muestras de solidariad y pésame.