Doce años después de aprobarse de forma definitiva el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Islote de Lobos, el Cabildo de Fuerteventura establecerá a partir del próximo 15 de enero una capacidad de carga de 200 personas al día, tal y como recoge desde 2006 el mencionado plan rector y que hasta ahora no se ha aplicado. La masificación turística que ha venido soportando esta joya natural, especialmente en época veraniega, ha puesto en grave peligro los numerosos valores naturales que atesora en sus 4.5 kilómetros cuadrados. La institución insular se encuentra redactando una ordenanza fiscal para cobrar una ecotasa de entre 2 y 3 euros para quienes quieran entrar en el islote.
El importante impacto ecológico que sufre este diminuto territorio, que en verano ha llegado a soportar la presión de hasta 2.000 turistas en un solo fin de semana, ha levantado las alarmas. Al descontrol de entrada de visitantes, la operatividad de embarcaciones sin permiso para transportar pasajeros, la nula gestión en el control de la navegación de recreo, el desmadre de los water taxis o la anarquía que se ha permitido en el pequeño islote, se une la pérdida de biodiversidad por la presión humana permitida a través de los años.
El Cabildo majorero anuncia un conjunto de actuaciones destinadas a garantizar la preservación de este espacio natural. El presidente de la institución insular, Marcial Morales, adelanta que "a partir de la primera quincena de 2019 se establecerán controles para aplicar la capacidad de carga permitida, que son 200 personas por día". Además, reconoce que el órgano ambiental está realizando un estudio sobre la capacidad que podría rondar los 704 visitantes diarios".
El control que pretende establecer el Cabildo utilizará una aplicación informática a la que tendrán acceso las embarcaciones autorizadas para realizar el trayecto entre Corralejo y Lobos. "Vía telemática, el visitante adquiere su ticket y una vez que vaya a embarcar, el personal del barco comprobará la autenticidad mediante un lector", apunta Morales. También advierte que si se detecta que un visitante no dispone del correspondiente ticket "el barco que lo trasladó tiene que hacerse cargo de su regreso a Corralejo. La Guardia Civil, agentes de Medio Ambiente y Policía Local colaborarán en controlar estas medidas".
Morales apunta que desde el propio Cabildo, Ayuntamiento de La Oliva, Demarcación de Costas de Canarias y la Autoridad Portuaria "hemos mantenido un intenso trabajo, siempre en contacto con los operadores y personas vinculadas históricamente a este territorio singular con el objetivo de adoptar un conjunto de actuaciones que garanticen la preservación de ese espacio único que representa Lobos".
También adelantó que desde la institución que preside están tramitando "una ordenanza fiscal que permita en un tiempo prudencial cobrar una cantidad módica por el acceso a la isla, que oscilará entre los dos y los tres euros, aunque la cifra definitiva depende del estudio económico". Este dinero, añadió, revertirá en "su conservación, mantenimiento en perfectas condiciones ambientales y limpieza" y también contibuirá a sufragar "la vigilancia correspondiente". Morale explicó para concluir que estas medidas y las que puedan seguir viniendo en un futuro inmediato "solo persiguen compatibilizar la conservación del Islote con su disfrute por la ciudadanía ".
