La playa del Hierro, situada al norte de Fuerteventura,entre Majanicho y El Cotillo, se volvió el año pasado mundialmente famosa y viral debido a la peculiaridad de su arena, que no es tal, sino algas calcáreas que parecen roscas. Tal ha sido su popularidad que ahora cada vez que un turista acude a la isla no duda en llevarse las pequeñas piedras blancas como recuerdo. Así lo asegura El País en su crónica 'La condena de hacerse popular en Instagram para una playa de Fuerteventura'. El medio nacional subraya que este paraje está sufriendo un expolio diario que supera los diez kilos al mes.

El responsable de esta vandalismo medioambietal es el hashtag #poccornbeach que desde que surgió ya tiene más de 1.100 fotografías publicadas en Instagram en las que la gran protagonista es la "palomita de maíz" de Fuerteventura. Desde las redes, la playa saltó a convertirse en noticia en medios internacionales como fueron la cadena estadounidense Fox News y el diario británico Daily Mail.

Ahora, un año después, para paliar su efecto perniciono para la playa, el Ayuntamiento de La Oliva se ha visto obligado a poner una campaña de concienciación medioambietal que acabe con la moda de vaciar esta playa.

Por otro lado, con la intención de dar forma científica e información sobre la sulfera playa de las cotufas, el pasado mes de febrero la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria puso en marcha una investigación específica sobre los fondos marinos poblados por losrodolitos, algas rojas que han convertido a las costas de las Islas en reclamo turístico. Los resultados de la investigación llevada a cabo por los miembros de Ecoaqua aportará más información de gran utilidad para la gestión y conservación de estos ecosistemas marinos, así como para cuantificar el grado de contribución de los fondos de rodolitos del archipiélago en la lucha contra el cambio climático.