Los tres tripulantes que viajaban en la avioneta que fue interceptada en el aeropuerto de Fuerteventura el pasado 23 de marzo con 380 kilos de cocaína son de nacionalidad española. Algunos de ellos tienen residencia en Madrid. Siete días después de que se descubriera la droga en el interior del avión, los tripulantes del aparato continúan en paradero desconocido. El instituto armado sigue investigando por qué no se arrestaron, aunque ya tienen confirmado cómo abandonaron las instalaciones aeroportuarias.

La Guardia Civil tiene identificados a los tres hombres que formaban parte de la tripulación y cuya identidades corresponden a los nombres de Pablo M. L. H., Manuel L. V. y David A. D. J. Contra ellos se ha dictado una requisitoria judicial instando al instituto armado y a la Policía Nacional a la búsqueda, localización y detención de los mismos. La citada orden de busca y captura no sólo se emite para el territorio nacional sino a nivel internacional ante la sospecha que pudieran haber escapado a algún país extranjero.

El pasado martes a las 21.17 horas aterrizaba, según el plan de vuelo autorizado, en el aeropuerto de Fuerteventura la avioneta marca Pilatus- 12/45, matrícula EC- JXM procedente de Guinea Conakry con su cargamento de cocaína. Sin embargo, sus tres tripulantes abandonaron las instalaciones aeroportuarias tras ser identificados por agentes de la Benemérita. Los investigadores tampoco descartan que fueran advertidos de que el aparato iba a ser inspeccionado.

A medida que pasan los días, los agentes de la Guardia Civil continúan avanzando en su investigación para esclarecer el caso. La visión de las cámaras de seguridad del aeropuerto han desvelado valiosa información. En una de las grabaciones se observa cómo los tres hombres salen por la zona del Bloque Técnico de AENA e incluso pasan por un arco de seguridad que controla un vigilante jurado. Desde que abandonan las instalaciones del aeropuerto se le pierde la pista.

Mientras unas fuentes aseguran que pernoctaron en un establecimiento hotelero de una zona turística cercana al aeropuerto, otras apuntan que esa misma noche salieron de la Isla, e incluso que podían estar recluidos en alguna zona a la espera que se suavice la situación y puedan salir con documentación falsa.

La avioneta Pilatus- 12/45 era habitual en Fuerteventura donde aterrizaba para repostar. La frecuencia de sus operaciones levantó la sospecha de los agentes de la Guardia Civil. Su último plan de vuelo establecía que el pasado 22 de marzo salía de Madrid con destino a la isla majorera. Esa misma fecha siguió su rumbo hacia Guinea Conakry y desde aquí realizó el trayecto hacia Cabo Verde para partir posteriormente hacia Fortaleza (Brasil) donde cargó la droga. Una vez con el cargamento camuflado en dos compartimentos realizaron el mismo rutómetro de regreso, aunque falló la operación y la droga no llegó a su destino.