El militar acusado de haber estrangulado hace dos años en Fuerteventura a una joven argentina a la que había contratado como prostituta ha admitido este lunes ante la Audiencia de Las Palmas que la mató, pero también ha alegado que fue por accidente, durante un juego sexual en la ducha.

En la primera sesión del juicio ante Jurado que se sigue contra él ante la Audiencia de Las Pasmas, Félix D.C. ha cambiado varios aspectos de la declaración que ofreció en un primer momento respecto a la muerte de Lorena M., ocurrida el 23 de octubre de 2016.

Ese día, el acusado acudió al domicilio en Puerto del Rosario de la joven argentina, a la que había llamado varias veces antes, según se comprobó al analizar los registros de su teléfono móvil.

Félix D.C. ha señalado esta mañana ante el Jurado que hasta ese día no había llegado a verla en persona nunca, contradiciendo en parte su propio relato inicial y el de un testigo al que relató semanas después cómo la había matado.

Conforme a una declaración leída al tribunal por el fiscal del caso, el procesado dijo en su momento a ese testigo: "La maté porque quise. Era una puta y no se va a reír más de mí".

La acusación pública sostiene que esas palabras revelan una alevosía y una premeditación que convierten ese crimen en un asesinato, por el que demanda una condena de 21 años de cárcel.

Frente a ese planteamiento del Ministerio Público, el enjuiciado ha asegurado que ese día fue "la primera y la única que vez" que vio en persona a la fallecida y que, si la había llamado antes al móvil, fue porque solía recurrir a prostitutas con frecuencia, pero siempre a otras chicas y no a ella.

Además, ha sostenido que la mató por accidente, debido a que, una vez habían acabado de mantener relaciones sexuales, ella se metió en la bañera cuando él iba a ducharse para irse y lo animó a practicar "ciertos juegos" de tipo sadomasoquista que se le habrían ido de las manos, llevándole a estrangularla.

Todo ello sucedió, según su versión, porque la chica "insistió" en que le apretara en el cuello con la manguera de la ducha y él lo hizo sin darse cuenta del daño que le causaba hasta que "se desplomó al suelo" y ya no pudo hacer nada.

Contradicciones

Su versión ha sido cuestionada por el fiscal, tanto por las contradicciones con anteriores relatos de los hechos en que ha incurrido como por considerar que por su preparación como militar, trabajo en que llegó a estar destinado en una misión en Afganistán, tenía que ser consciente de los riesgos que implicaban sus prácticas y del daño que causaba a la mujer.

Algo a lo que se suman otras circunstancias, como que se llevó dos teléfonos de la víctima y cortó los cables de sus líneas, supuestamente para evitar que le identificaran como asesino y le localizaran, pero que él ha dicho que es algo que hizo porque entonces consumía cocaína y quería venderlos para comprar más droga.

El juicio en su contra proseguirá este martes, cuando está programada la comparecencia de distintos testigos del caso.