Las familias y residentes de Puerto del Rosario volvieron ayer a la calle para rechazar la obra de canalización y transporte del gas por la capital. Las vallas de la obra en la vía Hispanidad de la capital habían sido retiradas ante el asombro vecinal, aunque la calle sigue cortada tras seis meses con las obras paradas.

En la pancarta un único lema: Por una ciudad con futuro. No al petróleo. No a la Disa por nuestras calles. De este modo, la Asociación de Vecinos del barrio de las 90 y 91 Viviendas recordaron que estas tuberías son muy perjudiciales para la salud de los habitantes y el medio ambiente. "Queremos aprovechar la presencia de personas de todos los colores políticos en esta concentración para que se unan por el interés general y no se plieguen a los interese particulares de una empresa", pidieron los convocantes.

"Les ha molestado que se haya organizado en la jornada de reflexión electoral e incluso intentaron desconvocarla, pero queremos decir alto y claro que la obra lleva seis meses parada gracias a la movilización ciudadana, y tal vez Disa volverá a trabajar pasadas las elecciones", apuntó el presidente Francisco Ruiz Cerpa. Tanto este vecino como el resto de los manifestantes anunciaron que no lo van a permitir. "Queremos pedir al nuevo gobierno insular y municipal que trabajen para acabar con esta canalización de gas y busquen alternativas, nuevos itinerarios y trazados para que las tuberías no pasen junto a sus casas, colegios y un transformador de la luz".

La concentración en el punto central de la obra reunió a numerosas personas y se leyó un manifiesto para recordar la concesión de una licencia municipal repleta de irregularidades, que fue aprobada en Junta de Gobierno en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario el 2 de agosto de 2016. "La licencia de obra se entregó con nocturnidad, silencio y alevosía sin el estudio de impacto ambiental y sin dar información", explicó Ruiz Cerpa.

Las familias residentes se enteraron de su contenido cuando comenzaron a abrir zanjas en su barrio, a cerrar calles y a ejecutar la obra. "Entonces preguntamos a trabajadores y al Gobierno sobre estas canalizaciones, y salió el gas que consideramos una bomba para la ciudad", añadió.

El presidente vecinal recordó que la asociación contrató un estudio técnico para analizar este proyecto y ha presentado una propuesta alternativa para evitar que el gas pase por el medio de Puerto. "Pero ahora a la compañía le parece muy costoso el cambio de trazado, que cifra en medio millón de euros, una cantidad que reclama al Ayuntamiento capitalino", informó Francisco Ruiz, quien opinó que el nuevo gobierno tendrá un gran trabajo por delante. "No vamos a quedarnos con los brazos cruzados", gritó.