Son los ángeles de la guarda en el mar. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil celebra mañana los 20 años de su creación en Fuerteventura. Y para conmemorar dicha efemérides, el instituto armado ha organizado un acto institucional en el Auditorio de Corralejo, la misma localidad que los acoge desde entonces, no en vano la base central del Destacamento en la provincia de Las Palmas fue inicialmente en el citado puerto majorero.

Atrás quedan muchos años y horas de servicio para el control de las aguas marinas, las actividades en el medio subacuático y, en particular la custodia de las costas y el control de la inmigración irregular. Y de esto saben mucho los agentes del Servicio Marítimo majorero que sufrieron en carne propia el boom de las pateras. Miles de inmigrantes han pasado por sus manos y otros tantos fueron rescatados de una muerte segura cuando trataban de alcanzar un futuro mejor.

El Ministerio de Interior decidió crear el Servicio Marítimo en Fuerteventura en 1998, pero no sería hasta junio del año siguiente cuando comienzan a llegar los primeros efectivos y la patrullera GC-M04, la primera embarcación que surcaba los mares canarios con agentes del instituto armado a bordo.

Las costas majoreras ya sabían lo que era recibir pateras e inmigrantes. La primera de las barquillas llegó el 28 de agosto de 1994 a la zona de las Salinas del Carmen, en el municipio de Antigua, con dos saharauis a bordo. Posteriormente, comenzó el goteó de embarcaciones con africanos a bordo hasta el punto de convertir el litoral insular en un autentico drama.

Esta situación generó que el Gobierno de Canarias donara a la Guardia Civil dos patrulleras: Tenecheyde y Almirante Díaz Pimienta, porque entonces el Ministerio de Interior carecía de presupuesto para comprarlas. Las citadas embarcaciones fueron adquiridas el 19 de octubre de 1999 y costaron a las arcas canarias 1.742.935, cifra a la que hubo de sumar 113.912 euros de seguro y 7.842 de reparaciones, cantidades que fueron realizadas entonces por la empresa pública Mercocanarias, que depende de la Consejería de Agricultura,Ganadería, Pesca y Alimentación del Ejecutivo autónomo.

El entonces ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, acompañado del exdirector general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso y del expresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, así como de autoridades civiles y militares, presentaron las citadas patrulleras en el muelle de Corralejo.

Los agentes de la Guardia Civil del Mar han tenido que enfrentarse a múltiples situaciones adversas durante el desempeño de su labor profesional, no sólo por las condiciones del mar, las fuertes marejadas o los intentos vientos. A estas dificultades hay que añadir que los cientos de rescates que han realizado salvando muchas vidas lo han realizado en plena oscuridad de la noche, e incluso arriesgando su propia vida para salvar a los inmigrantes. Muchas horas de mar a sus espaldas y un trabajo sordo y que apenas se visualiza. Esta labor fue reconocida por el Cabildo majorero concediéndole la Medalla de Oro de Fuerteventura en 2005 por su labor esencial de protección y salvamento en la costas insular.

Los guardias civiles también han sufrido la desesperación e impotencia ante el naufragio de pateras con la pérdida de vidas humanas. Historias que marcan la vida y que permanecen grabada en la memoria de los agentes. Cómo aquel accidente de la patrullera Cabaleiro al impactar a finales de 2012 contra una patera a media milla del litoral de Arrecife, o cuando encallaron las embarcaciones en Gran Tarajal y Puerto Lajas, al chocar contra los bajos marinos.

Veteranos

Muchas son las patrulleras que han prestado su servicio en Fuerteventura: Tinecheyde, Díaz Pimienta, Cabaleiro, Río Duero, Río Guadalupe, u Oratava 5,entre otras. La Río Orbigo, Canal Bocayna y la S-36 se encuentran actualmente en servicio.

Sin embargo, entre el personal que ha desfilado por el Servicio Marítimo, todavía se encuentran en la unidad desde su creación cinco personas: Julio Fernández, teniente y actual jefe, el cabo primero, Óscar Herrero,y los agentes Ricardo Ibañez, Martín Cabrera y Alfonso García. Veinte años les contemplan.