La presidenta del Cabildo de Fuerteventura, Lola García, considera que la moción de censura presentada el lunes por los grupos de la izquierda -PSOE, Nueva Canarias-AMF y Podemos- para desbancarla de la Presidencia obedece más a su condición de mujer que a la gestión de los tres escasos días que llevaba al frente de la Corporación insular. Desde el seno de los socialistas e insularistas acusan a García de "victimismo", y de tratar "de confundir a la opinión pública con el argumento del feminismo", algo que califican como una mala estrategia. Además, le aclaran que la reprobación está fundamentada en que no cuenta con una mayoría suficiente para formar gobierno.

La presidenta del Cabildo majorero, sin embargo, sostiene su argumento. "Se censura a personas, a la primera mujer presidenta que tiene el Cabildo, porque en tres días no hay tiempo ni razones para censurar la gestión", manifiesta. Por ello, en la misma línea, añade que la censura va contra ella.

Blas Acosta, candidato propuesto por los censurantes para sustituir a García al frente de la Presidencia del Cabildo de Fuerteventura, afirma que "se equivoca". "La censura es porque no tiene la mayoría absoluta del pleno que son 12, no siete", detalla. Además, añade que "la sociedad es diversa y se expresa democráticamente y es tan legitimo y legal quien votó a Águeda Montelongo, otra mujer, como las mujeres que votaron PSOE, NC-AMF o Podemos"

En opinión de Acosta, la censura se debe a que "CC lleva 36 años de 40 de democracia al frente del Cabildo de Fuerteventura y no a que haya ahora una mujer como presidenta. No sé si a Lalo Mesa, Marcial Morales o Mario Cabrera se les puede considerar machistas, a mí desde luego que no".

García asegura que respeta la decisión de PSOE, NC y Podemos y de quienes le avalan, pero advierte de que con esta moción de censura, que deberá debatirse el próximo 8 de julio, "se está dando un cheque en blanco a hacer lo que se quiera durante los próximos cuatro años, porque ante cualquier desacuerdo no existirá la posibilidad de hacer una nueva moción de censura".

Alejandro Jorge, que será el futuro vicepresidente de la Corporación insular, justifica la iniciativa del grupo de la izquierda. "Lo que va a ocurrir con la censura es un acto democrático, tan democrático que lo ha intentado emular Coalición Canaria en el Cabildo de Lanzarote. A la señora García no se la censura por ser mujer, si se llamara señor Cabrera hubiese sido igual".

A juicio de Jorge, también presidente insular de Nueva Canarias, Lola García "no tiene apoyos para mantener su gobierno y ella lo sabe. Ha obtenido los peores resultados de CC en los últimos 20 años y eso también lo sabe".

"Desde el minuto uno tras ser investida, mi actitud y la del grupo de gobierno ha sido de diálogo con todas las formaciones políticas", asegura la presidenta, y sostine que piensa mantener esta actitud "durante el tiempo en la Presidencia y también en la oposición". "Hasta que se vote la moción de censura no perderé ni un segundo de tiempo ni un gramo de energía en desviarme de lo más importante: trabajar por Fuerteventura y sus vecinos. Esa es la clave de nuestro programa de trabajo y en esa línea nos vamos a desenvolver", resalta.

Acosta muestra su sorpresa por la actitud de Lola García. "En este momento, en este país, con los disparates expuestos por Vox y ante la lacra de la violencia de género, le pido que respete el feminismo, que no es otra cosa que igualdad real entre hombres y mujeres", sentencia. Asimismo, en un mensaje directo a la García declara: "Como socialista no puede aceptar que "la presidenta ni nadie me dé lecciones de igualdad".

Las elecciones del pasado 26 de mayo determinaron que la fuerza más votada al Cabildo de Fuerteventura fuera la encabezada por Lola García (CC), con 9.321 votos, frente a la que lideraba Blas Acosta (PSOE), con 8.482. La suma de apoyos a los partidos de izquierda censurantes (PSOE, NC-AMF y Podemos) ascendió a 15.032 frente al resto de formaciones políticas con representación en la Corporación insular, nacionalistas y populares, que juntos obtuvieron 14.521 votos, unos 511 menos que los tres partidos que se han unido para reprobar a la presidenta García.