La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura ha activado un protocolo de actuación ante la aparición de un ejemplar de culebra real de California en la localidad sureña de Costa Calma. El objetivo es mantener activo un dispositivo ante la posible localización de nuevas serpientes e iniciar los trámites necesarios para su control y captura. En la zona del hallazgo del reptil se han instalado cuatro trampas para tratar de capturar nuevos ejemplares.
La consejera insular de Medio Ambiente, Marlenne Figueroa, señaló ayer que "desde el primer minuto se activó el protocolo establecido para estos casos entre el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura". También indicó que "todos los indicios apuntan a que se trata de un hecho aislado, dado que hasta el momento no se tiene constancia del avistamiento de más ejemplares".
En opinión de Figueroa, la serpiente "presentaba un estado físico óptimo. Está bien cuidada, alimentada, hidratada y no tenía ninguna enfermedad. Este perfil nos permite asegurar que procede de una situación de cautiverio y de algunas de las viviendas de la zona".
El pasado día 9 unos trabajadores que realizaban obras en la depuradora de Costa Calma se encontraron con la presencia del reptil. "Estaba escondida en una estructura de hierro dentro de un pequeño depósito con agua sucia", según explicó uno de los trabajadores. Además, indicó que "como estaba enrollada y cobijada sobre unas especies de ramas, al principio no sabía si era un trozo de soga o de qué se trataba. Cuando vi que se movió un poco, llamé a un compañero que se metió y la cogió con las manos. Luego avisamos a un veterinario conocido que nos dijo que no era peligrosa y la metimos dentro de un balde hasta que fueron a recogerla".
"Yo no me atreví a tocarla, me dio miedo. Sin embargo, el compañero que es de Gran Canaria no tuvo problemas para capturarla y depositarla sobre una tapa de un balde de pintura. La verdad es que parecía inofensiva, pero en Fuerteventura no estamos acostumbrados a este tipo de bichos", apuntó el operario.
Tras darse la voz de alarma, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y Agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura activaron el proyecto Life Lampropeltis cuyo principal objetivo es reducir la densidad y abundancia de la culebra en Gran Canaria, un proyecto que es ejecutado por la empresa pública Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental SA (Gesplan). Cuatro técnicos se desplazaron hasta Costa Calma, dos procedentes de la capital grancanaria y otros dos de la isla majorera e instalaron cuatro trampas para la posible captura de nuevos ejemplares.
Investigación
Los técnicos concluyeron que el ejemplar hallado era una hembra con huevos, mientras que los agentes del Seprona abrieron una investigación para determinar la procedencia del reptil, aunque las primeras pesquisas apuntan a que pudiera proceder de una vivienda próxima al lugar de la captura.
La Guardia Civil recuerda que liberar esta especie en el medio natural es una infracción grave en la Ley de Patrimonio natural y Biodiversidad, con multas que oscilan entre los 5.000 y los 200.000 euros, así como un posible delito contra la protección de la flora y fauna, en los supuestos que producir grave daño al medio ambiente.
El periodista ambiental César Javier Palacios, que reside en Fuerteventura desde hace muchos años, geógrafo, doctor en Historia del Arte, naturalista, responsable de Crónica Verde, blog del diario 20 minutos, y colaborador de Radio Nacional de España en los programa No es un día cualquiera y El gallo que no cesa, señaló tras conocerse la aparición del citado reptil que "es una malísima y preocupante noticia. Este hecho evidencia el descontrol que existe con las mascotas exóticas y la facilidad con la que se pueden transportar entre las islas".
Palacios explicó que, aunque este ofidio "necesita terrenos frescos para vivir, podría encontrar su hábitat en huertas, jardines y campos de golf". "Es una gran depredadora de reptiles y podría poner en peligro a la amenazada población de lisneja majorera e incluso comerse los pollos de la tarabilla canaria, joya de la avifauna de Fuerteventura", detalló.
El presidente del grupo ecologista Agonane, uno de los colectivos más activos en la defensa del medio ambiente, apuntó por su parte que la captura de la serpiente constituye "un caso grave de introducción de una especie que puede convertirse en una plaga como ha sucedido en Gran Canaria".
