Fuerteventura tiene un tesoro natural escondido. El pinar de Castillo de Lara, en el municipio de Betancuria. A pesar de las altas temperaturas y del riesgo de incendios declarados en toda la comunidad autónoma, el Cabildo de Fuerteventura no ha adoptado medidas para proteger este entorno natural plagado de pinos canarios, la única masa forestal de la isla, junto a los palmerales centenarios, aunque éstos se encuentran en fase terminal.

La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias declaró la pasada semana la situación de alerta en toda la comunidad autónoma por la previsión de altas temperaturas y el riesgo de incendios. A pesar de ello, el pinar de Betancuria ha estado expuesto a riesgos innecesarios ante la inoperatividad del Cabildo majorero de no acordar su cierre hasta que finalice la situación de peligro.

Una docena de personas disfrutaban ayer de asaderos y comidas a la sombra de los pinos. Incluso, el equipo de LA PROVINCIA /DLP pudo comprobar como varias ciudadanos fumaban en el entorno de la masa forestal con el consiguiente peligro que supone que un cigarrillo prenda la pinocha y los restos de vegetación.

Mientras que Gran Canaria sufre una autentica pesadilla y una tragedia medioambiental con el incendio que ha arrasado medio territorio insular, qué Lanzarote haya perdido su única masa forestal con el fuego originado en el barranco de Elvira, junto al Bosquecillo, o qué en Tenerife se hayan declarado varios conatos, en Fuerteventura las autoridades competentes miran hacia otro lado y no adoptan las medidas correctoras para evitar el acceso y el uso del pinar de Castillo de Lara hasta que desaparezcan las situaciones de peligro.

El pinar de Betancuria, único monte catalogado de utilidad pública de Fuerteventura, cumple 84 años desde que el Cabildo majorero comenzara la compra este espacio natural en 1934 a Concepción del castillo Manrique de Lara por la cantidad de 30.000 pesetas. En diciembre del año siguiente la institución majorera inició la primera fase de reforestación, no sólo en las fincas de Castillo de Lara sino en Parra Medina y Los Charcos, lográndose plantar unos 3.000 arboles de distintas variedades.

En los siguientes años de 1940 y 1943, la plantación fue de pinos canarios, mientras que en años sucesivos se apostó por las especies de acacias, acebuches, pino carrasco y el pino insigne.

Parque Rural

El único pinar majorero se encuentra incluido dentro de los límites del Parque Rural de Betancuria, declarado por la legislación canaria. Además, se encuentra catalogado como Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) y atesora en su interior una rica variedad de flora y fauna, algunas endémicas.