El Veril de Jandía es uno de los santuarios submarinos de Canarias, un acuario natural que conserva un importante hábitat al albergar una gran variedad de especies tanto de fauna como de flora marina. A pesar de ello, todavía no cuenta con medidas de protección y menos aún con vigilancia y control. Esto posibilita su expolio. La repetida demanda de la sociedad majorera para ser declarado Reserva Marina sigue sin atenderse, mientras tanto los furtivos campan a sus anchas. El Veril de Jandía atrae cada año a miles de turistas que se desplazan a la isla para realizar la practica del buceo deportivo.

Una de las últimas acciones del furtivismo se produjo hace escasos días cuando unos desaprensivos pescaban en la zona. En uno de sus lances lograron enganchar a un enorme mero que afortunadamente no pudieron izar a bordo porque se rompio el sedal. Sin embargo, la rapala m(el señuelo) y la tanza quedaron enganchados en la boca del animal.

En una de las inmersiones que se llevan a cabo en la citada zona fue localizado el mero con los aparejos en su cuerpo. Primero, fueron los miembros del Club Oxígeno quienes lograron extraerle el sedal y unos días más tarde, serían buceadores de la entidad Fuerteventura Diving Center quienes, tras un intenso trabajo, pudieron sacarle la rapala después de más de treinta minutos detrás del animal.

"Fue una operación complicada porque el animal nadaba de un lugar a otro. Logramos acorralarlo entre Kalle, Mario, Loly, entre otros, y tras introducirse en una pequeña cueva pudimos quitarle el señuelo con unos alicates especiales", apunta Nicolas Caraballo, director del Fuerteventura Diver Center.

En el Veril de Jandía, catalogado por la Unión Europea como Lugar de Interés Científico, se lleva a cabo una actividad comercial en torno al turismo de buceo, no en vano más de 50.000 turistas de desplazan cada año a Fuerteventura. A pesar que la pesca está prohibida por encontrarse este santuario marino a menos de 200 metros de la costa, el furtivismo no cesa.

En la zona de Morro Jable existen seis empresas dedicadas al turismo de buceo. Sin embargo, a pesar de la importante actividad que desarrollan en el sector turístico, se quejan de la falta de servicios que oferta el muelle sureño, gestionado por Puertos Canarias. "No tiene baños ni siquiera unas dependencias para que los turistas se cambien. La única respuesta es subirnos las cuotas a los barcos de la lista sexta y a las empresas de buceo", señala Caraballo.

Este empresario del sector del buceo turístico también critica la falta de promoción de la actividad "porque el Cabildo no paga a Promotur para promocionar nuestro destino. Hay que establecer una estrategia de marketing a través de un acuerdo entre Cabildo, Ayuntamientos y los centros de buceo.. Fuerteventura es un gran destino de buceo pero necesitamos promocionar la actividad para atraer más turistas".

Respeto

No es la primera vez que los furtivos actuan en el Veril de Jandía. Los empresarios dedicados a la actividad de las inmersiones submarinas, los buceadores deportivos e incluso la Cofradía de Pescadores de Morro Jable han denunciado históricamente el expolio de esta zona no sólo por pescadores deportivos sino por embarcaciones procedentes de otras islas.

Tradicionalmente, los pescadores de Morro Jable y de Fuerteventura han respetado al Veril de Jandía como una zona libre de pesca, pero su sensibilidad choca con la desia institucional.