Sergio Serrano es un trabajador que desempeña sus labor profesional en las instalaciones deportivas del pueblo de La Lajita, en el municipio de Pájara. Nunca olvidará la fecha del 6 de diciembre de 2019. Ese día descubrió en uno de los almacenes municipales una caja de cartón en cuyo interior albergaba una urna con cenizas de restos humanos. La sorpresa fue mayúscula por lo que decidió poner los hechos en conocimiento de los responsables de su empresa y posteriormente de la Policía Local de Pájara y la Guardia Civil. Los restos humanos todavía permanecen custodiadas en las citadas dependencias. Los agentes municipales tratan de averiguar cómo llegó los restos humanos al almacén municipal y realizan las gestiones oportunas para poder localizar a la familia de la difunta, ya que se trata de una mujer de origen español.

Un encargado municipal ordenó al trabajador que preparara y limpiara las habitaciones que se encuentran en el interior del campo de Lucha para alojar a personas que participarían en diferentes actos de las Fiestas en honor a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción. Sergio Serrano comenzó sus labores para ordenar los habitáculos y cuando comenzó a levantar unos colchones que encontraban amontonados localizó sobre una silla una caja de cartón y en su interior la urna con restos humanos.

Las cenizas corresponden a una mujer llamada María del Carmen Martínez Padrón que falleció en la isla de Gran Canaria a principios de julio de 2016. Tras instalarse la capilla ardiente en el Tanatorio San Miguel, en el barrio de Las Torres de la capital grancanaria, el día 8 del citado mes fue incinerada. Junto a la urna apareció un certificado emitido por el apoderado de Pompas Fúnebres La Soledad, Agustín Arocha Miranda, quien da fe del proceso seguido tras el fallecimiento de la mujer, desde la exposición del cadáver en la capilla hasta la cremación.

Un oficial de la Policía Local de Pájara se personó en el lugar del hallazgo y levantó un acta que fue remitido a la Secretaría General del Ayuntamiento.

La investigación policial se centra en saber como llegó la urna con las cenizas de esta mujer a las dependencias municipales. Algunas fuentes consultadas por LA PROVINCIA confirmaron que hace algunos años el Consistorio de Pájara ofrecía alojamiento a personas sin techo en estas habitaciones habilitadas en el Campo de Lucha lo que no se descarta que pudiera haber sido abandonada por algunos huéspedes de los transeúntes.

La localización de la familia no resultará difícil dado que la legislación española regula con precisión las condiciones en las que una incineración debe llevarse a cabo, así como los trámites y la documentación necesaria. Por ello, las pesquisas policiales se centrarán en la empresa funeraria donde debe constar la firma de autorización de la incineración y el documento de entrega de las cenizas a la familia, que se realiza al día siguiente de la cremación.