La anarquía ha regresado al Islote de Lobos. Desde los primeros días de este año no hay control al acceso a esta joya natural de Fuerteventura. El sistema de autorización por internet que puso en marcha el Cabildo majorero el 15 de enero de 2019 no funciona, lo que provoca, junto a la falta de vigilancia y control, la masiva asistencia de personas al pequeño islote y que las mismas puedan acceder a zonas restringidas y altamente vulnerables por albergar especies protegidas.

El Plan Rector de Usos y Gestión de Lobos (PRUG), aprobado en 2006, establece actualmente que la capacidad de carga de este espacio natural es de 200 visitantes simultáneos. Sin embargo, no fue hasta 12 años más tarde cuando el Cabildo de Fuerteventura puso en marcha los mecanismos de control debido a una advertencia de la Fiscalía de Medio Ambiente.

Junto al control que estableció el Cabildo majorero, los vecinos y usuarios se encontraron con la negativa de la Dirección General de Costas de no poder pernoctar en el Islote, lo que provocó el rechazo de los vecinos de Corralejo dado que son los principales usuarios del Islote y al que han estado vinculado históricamente.

Hace un año y cinco días que la institución insular inició el control de las visitas al Islote. Los primeros días se trasladaron desde Corralejo a Lobos varios agentes de Medio Ambiente que sobre el mismo muelle exigían a los visitantes, sean turistas o residentes, la autorización para visitar el diminuto territorio.

El ticket podría obtenerse únicamente con tres días de antelación a la fecha prevista de la visita. Cada visitante podrá solicitar permiso para un máximo de tres personas por día y franja horaria, estableciéndose un horario de mañana de 10.00 a 14.00 horas y un horario de tarde de 14.00 a 18.00 horas. En ambas franjas horarias se permiten 200 visitantes simultáneos, es decir, 400 personas por día.

Los permisos se debían solicitar en el enlace https://permisodevisitaisladelobos.entrees.es o el área de Medio Ambiente de la página web del Cabildo, www.cabildofuer.es. Sin embargo, desde el inicio del año estos enlaces no funcionan. Los visitantes que tratan de conseguir la autorización para visitar Lobos se encuentran con la leyenda de: "Perdonen las molestias"o "Lo sentimos". Cualquiera de las dos disculpas va seguida del comentario: "La página que buscas no ha sido encontrada".

El Cabildo anunció en el pasado mandato que iba a revisar al alza la actual capacidad de 200 visitantes simultáneos en Lobos. Inicialmente se especuló que la cifra idónea serían 704 personas, pero posteriormente un informe ambiental recomendó que se elevaran hasta 869. Sin embargo, esta iniciativa todavía no ha sido aprobada, por lo que está en vigor la capacidad de carga establecida en el actual PRUG.

La falta de control actual en el Islote es evidente. Nadie pide las autorizaciones o tickets al desembarcar ni tan quisiera en tierra. Te puedes mover con total libertad por el territorio sin ser molestado.

"Da lo mismo que haya 200 o 500 personas al mismo tiempo. Nadie controla el acceso. El descontrol ha vuelto de nuevo y es una pena porque debemos cuidar este maravilloso entorno, que no debemos de olvidar que se está catalogado como Parque Natural", aseguró a este periódico un asiduo visitante que solicitó mantener el anonimato. Además, agregó que "como los enlaces para solicitar las autorizaciones para acceder a Lobos no funcionan, nos vemos obligados a llamar a los barcos que navegan hasta el islote para que te expliquen cuál es la situación".

Para este ciudadano, "el Cabildo de Fuerteventura, gestor del Parque Natural, muestra su desorden en este asunto y, además, no tiene en cuenta la advertencia de la Fiscalía de Medio Ambiente".

Se da la circunstancia de que Podemos, actualmente en el gobierno insular, denunció hace dos años, estando en la oposición, la necesidad de proteger, balizar las zonas de baño de Lobos, así como controlar el exceso de visitantes. Por ello, sus consejeros se desplazaron al islote para realizar una investigación sobre los puntos calientes de entrada para embarcaciones, logrando contabilizar 1.327 visitantes en una jornada.

"Proponemos un nuevo control estricto de visitantes, el balizamiento de las zonas de baño y la asignación de un agente medioambiental en exclusiva para Lobos", dijo entonces Andrés Briansó. Nada se ha cumplido.