La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas condenó ayer a siete años de cárcel a dos de los tres acusados de propinar una golpiza al dueño de un bar cito en Guisguey, en Puerto del Rosario, para robarle. La tercera implicada recibió una pena de seis meses de prisión por ocultar en su vivienda los efectos sustraídos por los procesados para evitar que fuesen descubiertos.

La jueza Pilar Parejo ha impuesto una pena de siete años y seis meses de prisión a Juan Manuel Heredia por los delitos de lesiones y robo con violencia, siete años de cárcel a Diego Rodríguez por los delitos de lesiones y robo con violencia, mientras que a María de las Nieves Sarabia a seis meses de cárcel por el delito de encubrimiento. Esto después de que las defensas de los ahora condenados llegaran a un acuerdo con la Fiscalía para reducir la condena de los tres implicados en los hechos por los que inicialmente el ministerio público pedía once, diez y dos años de prisión respectivamente.

Los hechos se remontan al 22 de octubre de 2018 cuando sobre las 03.00 horas los procesados Juan Manuel Heredia y Diego Rodríguez accedieron al cuarto anexo del teleclub donde residía la víctima ubicado den Guisguey tras fracturar la puerta de entrada provistos de una pata de cabra y un cuchillo.

Después de ingresar al cuarto, los encausados utilizaron el puñal y la barra de metal para propinarle una paliza al afectado con la finalidad de que les entregase las llaves del local que regentaba.

El perjudicado aturdido producto de los múltiples golpes, les entregó las llaves del bar a los procesados y acto seguido estos se metieron al establecimiento. Una vez dentro, causaron "desperfectos" a la máquina de tabaco para sustraer los paquetes que estaban en el interior, así como varias monedas cuya cuantía ascendía a 20 euros.

Al irse del bar con los objetos sustraídos, los ahora condenados se dirigieron a la vivienda de la tercera procesada, María de las Nieves Sarabia con el fin de esconder tanto lo robado, como las armas utilizadas para cometer los delitos. Por lo que seguidamente la investigada procedió a ocultar todos los efectos antes mencionados "a sabiendas del delito cometido y con el objetivo de evitar que descubrieran a los autores".

Los procesados causaron destrozos en la vivienda que, según la Fiscalía, "ascienden a 355 euros y los efectos sustraídos son valorados en 261.80 euros".