"Anunciar el Carnaval de Puerto del Rosario es un honor, sobre todo cuando vives esta fiesta tan intensamente como es mi caso y el de toda mi familia" anuncia el pregonero de las carnestolendas de Puerto del Rosario, Miguel Vega Cárdenes. Bajo la alegoría del Mundo Azteca la fiesta arrancará el próximo sábado 15 de febrero con el pregón y nacimiento de la sardinilla.

"Espero gustar e ilusionar porque habrá recuerdos del carnaval de mi infancia, mucho humor, parodias y algún personaje entrañable me acompañará sobre el escenario" desvela Miguel. Este joven, conocido como el hijo de Carmelo Vega, profesor y carnavalero de pro, ya hace historia. Miguel ha sabido crear a su propio personaje con el mítico Michael Jackson. Este majorero ha sido un gran fan del rey del pop estadounidense y desde su primera aparición hace variso años ya nunca falta en la fiesta capitalina.

"Me encantaba de niño como bailaba y cantaba, lo imitaba, y un día se me ocurrió salir de Jackson y luego he seguido muchos martes de carnaval y cabalgatas representando a este cantante, pero cambiando su vestuario, ya que lució una gran variedad de trajes en diferentes discos y actuaciones" explica el pregonero, que ha ganado premios con Jackson. "Me gusta reciclar, diseñar trajes, coserlos y siempre he intentado con el vestuario de este artista ser lo más preciso posible poniendo todo lo que llevaba" destaca. Para Miguel cada disfraz de un personaje debe contar una historia, "con humor, color, purpurina e imaginación". Además, a modo de crítica confiesa que la moda de los jóvene de salir "enseñando musculitos con una falda de tul hacen flaco favor al Carnaval" define.

Sus padres Carmelo Vega y Luisa han sido unos grandes impulsores de las fiestas de mascaritas en la capital, un gusanillo que han tramitido a sus cuatro hijos. "Creo todos mis hermanos somos muy carnavaleros, y el secreto es guardar todo, el orden y un armario lleno de trajes, zapatos, accesorios y pelucas para reutilizar, todo muy bien ordenado y con el nombre de cada uno" relata emocionado Miguel.

Entre los recuerdos de la infancia y juventud de Miguel Vega se halla la indumentaria femenina. "La ilusión siendo chiquillo era vestirse de mujer" confiesa. Uno de sus primeros disfraces fue el de niña de San Ildefonso en la lotería de Navidad. "Además de la falda y medias, hice un bombo grande con las bolas dentro, también me vestí de Freddie Mercury, Stevie Wonder, Lady Gaga, Celia Cruz o Amy Winehouse" repasa. Sobre todo le encanta la noche del Martes de Carnaval con el concurso de disfraces y la cabalgata. "Los actos han ido cambiando y ahora lo pasamos en grande en actos como el pistoletazo de salida murguero, carrera de arretrankos o en el carnaval de Día y Regata de Achipencos pero prácticamente siempre somos los mismos grupos y acabamos agotados" añade, por eso en la Comsión del Carnaval Miguel propuso algunos cambios como pasar Arretrankos y Achipencos al sábado en lugar de domingo para que no coincidan tantos actos seguidos. "Con el éxito del Carnaval de Día ya muy poca gente se disfraza en la noche del sábado, durante el concurso de murgas y verbena. Para él "algunos eventos se están perdiendo porque hay muchos actos y algunos se solapan" destaca. "Me parece importante también que tengan un mayor protagonismo niñas y niños, fiestas infantiles de mascaritas, donde está la cantera y aportarán ideas nuevas" anuncia. También pide que el carnaval salga del recinto ferial y se celebre en la capital con escenarios en plazas y parques para que resulte "mas familiar y acogedor". "Un mayor impulso a las galas, se perdieron las reinas porque las empresas no se implican, pero nació la gala frangollo del reciclaje que necesita mas atractivos para conseguir una mayor participación" propone.

Vega hace una mención especial a las murgas "porque han conseguiro mantener vivo nuestro Carnaval en Fuerteventura, y a las directoras de las murgas infantiles por su trabajo incansable y su gran labor de difusion para el futuro" subraya. También pide una mayor participación de la gente, casas comerciales, y recuperar las comparsas, "ante la gran afición juvenil a la danza".