Los trabajadores del hotel Oliva Beach, que llevan viviendo un autentico calvario desde finales de 2017 con el bloqueo de la autorización para la rehabilitación del hotel, vivieron el lunes otro episodio amargo: el cierre del establecimiento como consecuencia de las medidas adoptadas por el Gobierno por el coronavirus. Dos parejas de nacionalidad alemana fueron los últimos clientes en abandonar el centro alojativo. Se despidieron del personal con la lógica pesadumbre, pero con el deseo de regresar nuevamente, una vez que se supere la crisis sanitaria y con el establecimiento totalmente renovado.

La cadena RIU se ha adelantado, como muchos otras empresa hoteleras, al plazo establecido por el Gobierno de España para cerrar todos los hoteles que expira el próximo viernes. La empresa mallorquina procedió a cerrar puertas y ventanas del Oliva Beach porque no hay llegadas de posibles de nuevos clientes mientras se mantenga la alarma internacional y las limitaciones de los viajes.

Bajo la coordinación del director Frabricio Cogh Connghin, los trabajadores comenzaron a recoger el mobiliario en cada uno de los departamentos y las diversas zonas del hotel para protegerlos con sábanas. Para los empleados fue un día muy difícil. Después de meses de incertidumbre y de lucha por sus puestos de trabajo, ahora se ven abocados a un expediente de regulación temporal de empresas (ERTE) motivado por esta situación de crisis, aunque la empresa había anunciado con anterioridad con un expediente de regulación de empleo para los 400 trabajadores ante el bloqueo del Ministerio de Transición Ecológica al proyecto de rehabilitación del establecimiento turístico.

El hotel queda ahora con su director y subdirector para cubrir la jornada completa, servicios técnicos, jardinería y seguridad. "Esto con el objetivo de que siempre esté a punto para abrir, perfectamente mantenido y con las zonas comunes cuidadas, listos para recibir con los brazos abiertos a nuestros clientes de nuevo", apuntan desde la cadena.

El desánimo se ha apoderado del sector turístico y del tejido productivo y, en especial de los trabajadores que observan con incertidumbre su futuro laboral. A pesar de ello, todos los estamentos sociales muestran su unidad para la recuperación económica, que el presidente del Cabildo de Fuerteventura considera que la isla vuelve a retomar su actividad libre del Covid-19 en abril de 2021.

Fuerteventura sigue sumando nuevos contagiados por el coronavirus. Cuatro nuevos casos positivos elevan a 23 el número de personas que están afectados por esta pandemia. Así lo anunció ayer el presidente del Cabildo, Blas Acosta.

Del total de las personas diagnosticadas, los activos actualmente en la isla son 22 que se encuentran confinadas en sus domicilios, uno permanece ingresado y otra persona ha sido dada de alta. Hasta el momento no se encuentra ningún afectado en ingresado en la UCI.