Diez días después del último caso activo de coronavirus en la isla, ayer se sumó un nuevo contagio. Uno de los inmigrantes llegados el pasado miércoles dio positivo en la Covid-19, por lo que fue aislado en una de las dependencias de la nave de control de extranjeros de espacio Schengen, ubicada en el muelle capitalino, que permanecía vacía desde hace seis años. Allí permanecen también los otros 58 africanos que acompañaron al enfermo en la patera, y que se encuentran desde entonces confinados en el recinto portuario ante la falta de espacio en la isla para albergar a los migrantes. Otro migrante fue apartado del grupo y se está a la espera de los resultados epidemiológicos. Instituciones, partidos políticos y oenegés han reclamado la apertura urgente del CIE de El Matorral para poder albergar a todos los africanos que se encuentran desperdigados por varias instalaciones.
Es el primer caso positivo de coronavirus entre los inmigrantes que han arribado a bordo de barquillas a las costas majoreras desde que fue declarado el estado de alarma, el pasado 14 de marzo.
La noticia del nuevo positivo de un inmigrante por la pandemia generó una enorme preocupación en varios colectivos que tuvieron contacto directo con los mismos. Desde los rescatadores, conductores de guaguas, voluntarios de oenegés o agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y, en especial, los miembros del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) adscritos a la Comisaría de Puerto del Rosario que se encargaron de las labores de identificación y reseñas en un habitáculo reducido en la propia nave.
La situación de la inmigración trae de cabeza a los responsables políticos, que no saben cómo actuar ante la avalancha de migrantes y la falta de instalaciones para acoger en condiciones óptimas y que garanticen la dignidad y los derechos de estas personas.
La oposición ha criticado que la improvisación es la principal hoja de ruta de las autoridades insulares y de los representantes del Estado ya que han tenido tiempo para buscar alternativas, no en vano fue el pasado mes de enero cuando se abrió la ruta atlántica de pateras hacia Canarias y no se han acondicionado dependencias para acogerlos. Primero en el Albergue de Tefía, apartamentos, instalaciones turísticas o en las instalaciones de la Misión Cristiana. Posteriormente fueron alojados hasta en un almacén para queso, campos de luchas o en una nave del muelle. El presidente del Cabildo majorero, Blas Acosta, señaló que "estamos trabajando con el Gobierno de España en la habilitación de espacios alternativos. Superado la Covid y pasados a fase 3, que arranca el próximo lunes, el Cabildo recuperará todas su instalaciones. Ese será el plazo que tiene el Gobierno para buscar una solución".
