Los actos religiosos en honor a la Virgen Nuestra Señora de La Peña, tendrán aforo reducido y tan sólo podrán acudir al interior de la ermita unos 25 feligreses. Para evitar aglomeraciones de peregrinos como consecuencia de la crisis sanitaria de la Covid-19 los actos programados se extienden durante dos meses.

Las fiestas de la Patrona de Fuerteventura serán este año diferentes, adaptadas a la nueva normalidad y espaciadas en el tiempo para evitar grandes aglomeraciones. Así lo comunicaron ayer el consejero de Cultura del Cabildo de Fuerteventura, Andrés Briansó, el alcalde de Betancuria, Marcelino Cerdeña, y el Vicario de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, durante la presentación del evento.

Briansó destacó "la importancia de la coordinación entre instituciones para llegar a un consenso sobre una festividad de la relevancia de la romería de La Peña. Se han mantenido reuniones y comunicación continúa con la Iglesia y Ayuntamiento de Betancuria para decidir qué hacer y cómo proceder según los acontecimientos y la actualidad nos permitía".

Por su parte, Hipólito Cabrera, indicó que " las fiestas, que normalmente se celebran el tercer fin de semana de septiembre, quisiéramos que este año fueran desde ya, y que durante los meses de agosto y septiembre enteros los peregrinos se fueran acercando paulatinamente para pagar sus promesas".

El Cabildo recordará ediciones anteriores con una edición especial de una revista.