Encuentro de la fe y la esperanza. Una veintena de niños que sufre o han sufrido cáncer participan estos días en el campamento de verano de la Fundación Canaria Pequeño Valiente, que se celebra en el Albergue El Cohombrillo, ubicado entre Villaverde y Lajares, en el municipio de La Oliva. Los pequeños se enfrentan estas jornadas a experiencias únicas, desde elaborar queso de cabra, intereactuar con animales o conocer las costumbres y tradiciones de los majoreros. A todos los pequeños les une haber pasado por la enfermedad. Casi todos lo han superado, algunos están en tratamiento y otros en fase de remisión, pero la alegría y las ganas de vivir se han convertido estos días en tierra majorera en el principal nexo de unión entre ellos y sus monitores.
Se levantan temprano, desayunan y comienzan un programa de educación y diversión, no solo con disfrutar del mar y los deportes náuticos, sino a interactuar con animales, bien sean leones marinos, el avistamiento de cetáceos o simplemente observar a los cientos de especies que alberga el zoológico majorero. No hay tiempo para el aburrimiento.
La alcaldesa de La Oliva dio ayer la bienvenida a los pequeños y sus responsables. Pilar González, señaló, que "hoy nos hemos acercado a este fantástico Albergue de El Cohombrillo, que hemos cedido a esta Asociación Pequeño Valiente que hace una labor encomiable de los niños que padecen o han padecido cáncer".
Por su parte, el consejero insular de Bienestar Social, Víctor Alonso, que a pesar de encontrarse de vacaciones hizo un alto en las mismas para acercarse a conocer a los niños de Pequeño Valiente y saludar a sus responsables. "El Cabildo va a destinar este año 25.000 euros para el funcionamiento de la Asociación en la Isla y también destina 100.000 euros para la vivienda que va a adquirir en Gran Canaria que tiene un coste aproximado de 600.000 euros para que los niños, junto a sus familias puedan ser acogidos allí".
El presidente del colectivo, José Jerez, apuntó que "este año por el tema de la Covid nos hemos visto obligado a fraccionar el campamento y solo con niños de Canarias en tres turnos por edades. Estos campamentos son un canto a la esperanza de que de esto se sale con lucha, esperanza y mucha fe".