El futuro de la cabra majorera, la mayor productora de leche del mundo en zonas áridas, pasa por un cambio en su mejora genética. La búsqueda de ejemplares puros de raza caprina majorera es el objetivo que se ha trazado la Asociación de Criadores de Cabra de Fuerteventura (ACCF) para garantizar la preservación y potenciación de la raza. La inseminación artificial con los mejores sementales, la evaluación genética para leche, grasa y proteína, la sanidad en las explotaciones, el esquema de selección y el trabajo para mejorar la raza son algunos de los objetivos para mejorar una raza que ha convertido al queso majorero en el principal embajador de Fuerteventura.

Durante esta semana se encuentra en la isla majorera la doctora en veterinaria Tara Niño González, especialista en reproducción de pequeños rumiantes, trabajando con la veterinaria de la ACCF, Dahelire Hernández Álamo, para enseñar a los sementales a realizar monta para extracción de semen y al mismo tiempo valorar la calidad seminal.

Dichos sementales, al estar sometidos en el plan vigilancia y control de agentes infecciosos en los rebaños del núcleo de selección de Fuerteventura, están libres de enfermedades infecto-contagiosas como la artritis encefalitis caprina, paratuberculosis caprina, tuberculosis caprina y Agalaxia oontagiosa.

Durante los días de trabajo sobre la extracción de semen y la inseminación artificial, "vamos viendo como poco a poco los sementales se adecuan a un sistema de trabajo totalmente diferentes para ellos, y obteniendo muy buenos resultados de inmediato", afirma Iriome Perdomo, presidente de la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura. Además, explica que este proyecto está patrocinado por el Cabildo de Fuerteventura y cuenta con la colaboración de empresas del sector primario y, en esta ocasión, se ha sumado al apoyo la empresa Graneros de Fuerteventura.

La función principal de la inseminación artificial "es la difusión de la mejora genética desde el núcleo al resto de las ganaderías", señaló la doctora Niño en el anuario de la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura.

"En comparación con la monta natural, la inseminación artificial es más eficiente al momento de conectar genéricamente las granjas del núcleo y también para generar un número suficiente de hijas en un corto periodo necesario para evaluar genéticamente los machos en testaje", explica Tara Niño.

Hace diez años un grupo de ganaderos constituyeron la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura preocupados por mantener intacta la pureza genética de la cabra majorera. En 2012 comenzaron a inscribir animales en el Libro Geneanológico y tras una intensa selección de los animales se ha logrado un animal con unas características bien definidas y de un gran producción lechera.