- ¿En qué punto se encuentra el Plan General de la ciudad?

- El Plan General está terminado, pero no se ha sometido al proceso de aprobación sencillamente porque con la normativa en vigor en Canarias los quince pueblos del municipio quedarían sencillamente destrozados. Las directrices respecto a la ocupación de suelo son un disparate porque no establecen una ocupación racional del suelo y favorecen la especulación. Se puede construir donde ya hay construido. El Gobierno de Canarias se ha comprometido a cambiar este aspecto, pero tendrá que ser a principios de la próxima legislatura.

- ¿Y cuáles son los objetivos básicos que se trazan dentro de esa planificación de cara al futuro del municipio?

- Los objetivos básicos son posibilitar un crecimiento equilibrado de la ciudad y los pueblos, la captación de mucho más suelo público para todo tipo de dotaciones y el aprovechamiento de oportunidades económicas a través de bolsas de suelo con valor añadido o el muelle de La Hondura y el entorno que creará o el gran espacio aeroportuario alrededor de El Matorral. Pretendemos crear además una gran bolsa para vivienda. En el caso de la ciudad se establece una planificación en abanico. El muelle es el tronco de ese abanico. La circunvalación es el tope de crecimiento y ahí dentro hay cuatro vías de penetración a la ciudad que coinciden con los barrancos y donde se crearían grandes ejes verdes. Habrá 500.000 metros cuadrados para grandes espacios verdes y otras más pequeñas en áreas interiores. De momento está congelado este puzle pero vamos entresacando piezas y se someterán a procesos de aprobación la captación de suelo público y la captación de oportunidades económicas.

- ¿Y qué nuevo tipo de relación se quiere establecer con la marina de Puerto del Rosario?

- El frente marítimo se ha convertido en la joya de la corona. De ser una ciudad de espaldas al mar se ha convertido en una ciudad que vive el mar en las dos facetas: la ciudadana y la económica a través de terrazas o cruceros. Tenemos la ventaja en esto último de que el crucerista desembarca en el centro de la ciudad. La Autoridad Portuaria ya ha aprobado el proyecto para aprovechar el espigón de Playa Chica para convertirla en una zona de ocio. Por otro lado, está en proceso de selección, con dos propuestas que vienen de Lanzarote, el proyecto para la primera fase del Puerto Deportivo, que incluye más de 200 atraques y una zona en tierra comercial y vinculada a terrazas y reparaciones náuticas. Se ampliará también en cien metros el muelle de cruceros y abrigar la segunda fase del muelle deportiva con otros quinientos atraques. También se estira el muelle comercial y está a punto de resolverse la última fase del Palacio de Formación y Congresos. El Cabildo está cerrando con la DISA un convenio para quedarse con esos 12.000 metros cuadrados y convertirlo en otro gran espacio abierto en el frente marítimo con un posible hotel. Costas tiene el compromiso para terminar las expropiaciones entre Los Pozos y El Parador y por lo tanto vincular Playa Blanca a Puerto del Rosario.

- Otra pieza clave es el futuro muelle de La Hondura, ¿no?

- Por supuesto. Servirá para sacar de la ciudad el uso bruto marítimo con una magnífica conexión norte-sur. Tendría una plataforma de cientos de miles de metros cuadrados, se convertiría en una infraestructura de muchísimo futuro. Es un muelle a medio plazo pero estamos dando los pasos necesarios para que cuando la demanda así lo exija no se pierda ni un día.

- ¿Y qué perspectivas reales de inversión tienen todas estas iniciativas que se dibujan sobre el papel?

- Estamos hablando de cosas a muy diferente plazo. Pero la plataforma de ocio de Playa Chica está aprobada hace diez días y tiene una ficha financiera de 275.000 euros y se va a ejecutar en el segundo semestre de este año. El concurso de la marina náutica está garantizado porque se saca a concesión administrativa e invierten los privados. La ampliación de los muelles están planificados a la espera de demanda. Costas, para las expropiaciones, tiene presupuesto pero debe esperar a sentencias en última instancia, porque no se permite la urgente ocupación. El muelle de la Hondura todavía debe esperar al estudio ambiental y no se puede dar ningún paso más.

- ¿Está satisfecho con la sensibilidad de las administraciones superiores (Cabildo, Gobierno canario, Estado) y qué espera de cara al futuro en términos medibles económicamente?

- Nosotros siempre vamos a exigir más. Mis salidas de Puerto del Rosario suelen ser para buscar dinero. Pero sinceramente no nos ha ido mal. El Plan E, por ejemplo, nos supuso cincuenta proyectos en los dos años. Y lo hemos hecho llegando a todos los pueblos, porque esa es una de las claves de nuestra acción de gobierno junto con la participación ciudadana. Todo lo que hacemos lo sometemos de una forma u otra a los ciudadanos. Entendemos que el ciudadano debe percibir que viva en Tefía, Tetir, El Matorral o en El Charco sus posibilidades son las mismas. El Cabildo y el Gobierno creo que han trabajado bien, sobre todo a través fundamentalmente de los planes sectoriales porque garantizan una cantidad igual a cada municipio en función de criterios objetivos previamente acordados, como la población o la dispersión. En temas como la educación se ha notado un gran avance, que yo creo que era un problema en el que había que emplearse a fondo y cuatro años después tenemos más de 30 millones invertidos y 2.500 plazas educativas nuevas.