- Acaba de presentarse una obra sobre la historia de La Oliva que ha sido dirigida por usted. ¿Qué información podrá encontrar el lector?

- Una información bastante completa sobre el municipio y su influencia a lo largo de la historia, desde la geomorfología del territorio hasta la toponimia, pasando por la historia, la prehistoria, el arte, el patrimonio, el desarrollo político y económico de la última etapa histórica, etc. Cada capítulo, elaborado por un especialista, abarca un periodo largo de tiempo donde se comprueba el desarrollo que ha ido teniendo la jurisdicción de La Oliva a lo largo del tiempo. Por otro lado, al celebrarse este año el tercer centenario de la creación de la parroquia se ha indagado en la historia de la misma, especialmente en la evolución de la iglesia parroquial, sus vicisitudes, su patrimonio, etc.

- El origen del topónimo La Oliva ha generado distintas interpretaciones entre los investigadores. ¿Podemos despejar esa duda histórica?

- Todos los indicios nos llevan a pensar que este topónimo deriva de la abundancia en el lugar en tiempos históricos, hoy con el abandono agrícola están volviendo a aparecer, de acebuches, árbol silvestre muy parecido al olivo.

- ¿Cuáles han sido los mayores inconvenientes a la hora de abordar un trabajo de investigación de esta envergadura?

- La falta de información histórica, que hemos solventado acudiendo a los archivos provinciales, del Museo Canario, particulares, del Obispado, etc. Por otro lado, para poder reconstruir toda la fase de la historia contemporánea ha sido preciso acudir a las actas conservadas en el archivo municipal.

- ¿Qué papel ha jugado La Oliva en el conjunto de la historia de la isla de Fuerteventura?

- Ha jugado un papel destacado, pues después de la Villa, La Oliva y Pájara eran las zonas más pobladas y productoras, para a partir del XVIII configurarse como una cocapital con los coroneles, pues era el lugar donde se tomaban las decisiones más importantes de la isla. Gran parte del siglo XVIII y del XIX está marcada por la impronta de estos señores, que se convirtieron en los principales propietarios de la Isla.

- ¿Entre las múltiples disciplinas estudiadas en el libro podría comentarnos alguna curiosidad que le haya llamado la atención?

- Pues el tránsito de personas de otras islas que en el pasado llegaban a La Oliva en la época de la recolección de cereales y que luego que quedaban en ella formando su familia, e incluso algunos destacando dentro del conjunto de la sociedad como el palmero Leal Sicilia.

- ¿Considera usted que estos estudios de ámbito local enriquecen el conocimiento sobre la historia de la sociedad canaria en su conjunto?

- La historia de Canarias no puede entenderse ni conocerse sin la profundización en el conocimiento de los estudios locales. Es a través de la microhistoria, de la historia pequeña, como seremos capaces de entender la historia grande, porque, como decía M. Alemán, qué es un pueblo, sino, ante todo, historia.

- ¿Tiene algún otro proyecto en marcha relacionado con la isla de Fuerteventura?

- Pues sí, en estos momentos estamos trabajando sobre los señores de Fuerteventura. Es un trabajo apasionante y muy interesante sobre las figuras de don Gonzalo de Saavedra y doña María de Moxica que abarca toda la segunda mitad del siglo XVI. Será una obra interesante.