La revista científica alemana Anthropologischer Anzeiger incluye en su número de octubre un artículo sobre un caso único documentado en el yacimiento de La Tonina, en Fuerteventura. Bajo el título ¿Encuentro violento o pena capital? Evidencia de violencia letal en un entierro indígena de Fuerteventura, la publicación destaca el hallazgo del equipo de investigadores canarios, que ofrece una nueva visión sobre el pasado aborigen de las Islas.
La revista especializada presenta el estudio arqueológico realizado por Tibicena. Arqueología y Patrimonio SL en el yacimiento de La Tonina, en el que se documenta un posible caso de violencia interpersonal o social entre los siglos XI y XII. La arqueóloga Verónica Alberto ha liderado esta investigación para la que también ha contado con la participación de la conservadora del Museo Canario Teresa Delgado, así como otros miembros del equipo de Tibicena.
El trabajo de investigación revela un depósito funerario excepcional, tanto por las circunstancias de muerte de la persona, como por la propia configuración y características de la tumba. Se trata de un hombre joven (17-20 años), muy alto y de complexión robusta, que falleció por varios golpes en la cabeza. Por las características de las fracturas, el individuo fue golpeado con gran contundencia con un objeto romo. Estas heridas son compatibles con una confrontación interpersonal, cara a cara.
Además de estas lesiones, también presentaba fracturas en la base del cráneo compatibles con un golpe propinado desde atrás, con la persona agachada y probablemente inmovilizada. Su muerte se rodeó de una violencia extrema. Esta última herida, que ha sido documentada en situaciones de ejecución, parece mostrarnos un escenario más complejo vinculado a la violencia institucional, con aplicación de la pena de muerte.
Las condiciones de la tumba también son atípicas: en la orilla del mar, totalmente expuesta, hecha con poco esmero y donde solo se dio sepultura a esta persona. Parece que estamos ante una tumba de relegación, donde al fallecido se le negó la posibilidad de enterrarse como el resto de los miembros de su grupo.
Hay que destacar la importancia de este trabajo, ya que ayuda “no solo a conocer el pasado indígena de las Islas, sino también a cumplimentar una imagen más real de la población aborigen, alejándonos de las imágenes preconcebidas y románticas. Asimismo, es importante señalar que gracias a este tipo de trabajos, en los que a partir de necesidades patrimoniales, como el descubrimiento de unos pocos huesos humanos, podemos rescatar, a través de un trabajo especializado y en profundidad, parte de nuestra historia más antigua”, apuntan desde Tibicena.
La investigación también desvela que aunque el contexto arqueológico esté bastante deteriorado y es escaso, se ha podido reconstruir una parte de la historia de Fuerteventura gracias a la experiencia del equipo participante en la investigación. El trabajo de campo lo realizó la empresa Tibicena con la financiación del Cabildo de Fuerteventura, aunque las labores de la investigación la realizó Tibicena con fondos propios.
Esta empresa especializada en investigaciones arqueológicas ha solicitado generar un proyecto a medio-largo plazo en algunos yacimientos de la Isla para configurar futuro parques arqueológicos, como se encuentran realizando en Lanzarote o Gran Canaria, donde además de la conservación y explicación de la historia antigua de las Islas, se genera economía y se transforma en un punto de interés que complemente la actividad turística. Pero de momento no han obtenido respuesta.
Fuerteventura continúa tratando de reconstruir su pasado a través de la investigación arqueológica, como este estudio que ha documentado el primer caso de muerte violenta entre los aborígenes canarios.
