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La rotonda de la polémica

La construcción de una miniglorieta en el barrio de Los Pozos genera críticas vecinales y de conductores | Los vecinos cuestionan los 59.949 euros del proyecto

La rotonda de la polémica

La construcción de una miniglorieta en el barrio de Los Pozos no ha estado exenta de críticas por parte de vecinos y conductores. No sólo ponen en duda la viabilidad de la rotonda sino la inversión que asciende a cerca de 60.000 euros. El conductores de vehículos pesados y de otros sectores profesionales dudan de la eficacia de esta obra, especialmente para los camiones que salen del muelle comercial que deben detenerse ante la presencia de una señal de ceda el paso en un carril ascendente y colocado detrás de un paso de peatones. El Consistorio justifica que la obra se hace para paliar los problemas de tráfico.

“Homenaje a la arqueta, molino de mano, alegoría al sol naciente, homenaje al despacito, pintadera, prodigio de ingeniería, rotonda de la vergüenza, chapuza o despropósito”. Estas son algunas de las reacciones de los ciudadanos en las redes sociales a la miniglorieta que construyó el Ayuntamiento de Puerto del Rosario en el barrio de Los Pozos. Además, los vecinos critican con dureza los cerca de 60.000 euros del coste del proyecto. A las críticas de los ciudadanos se han unido también conductores de transportes pesados, así como otros sectores de choferes profesionales y particulares.

El Consistorio capitalino firmó el pasado mes de octubre, aunque había anunciado la realización del proyecto desde el pasado agosto, el acta de replanteo de la polémica obra por un importe de 59.949,16 euros justificando el proyecto como necesario para mejorar el tráfico que discurre entre las calles Duero y Secundino Alonso.

Una vez concluida la obra y abierta al tráfico la citada vía, las críticas ciudadanas no han cesado, especialmente en las redes sociales, donde se pone en duda no sólo la necesidad del proyecto sino los peligros que supone para los vehículos pesados, muchos de ellos de más de 20 toneladas, que salen desde el muelle comercial con carga a bordo, y cuyos conductores se ven obligados a frenar en un carril de sentido ascendente ante la presencia de una señal horizontal de ceda el paso, que curiosamente se encuentra ubicada detrás de un paso de peatones, y a varios metros de la zona de visibilidad de la miniglorieta.

“ El ceda el paso desde la avenida marítima y el paso de peatones están mal ubicados porque nos obliga a frenar ante la presencia de un ceda el paso y peatones en plena cuesta con el peligro para nosotros cuando vamos a arrancar de nuevo porque ponemos en peligro la carga que transportamos y el control del propio vehículo”, señaló a este periódico un conductor profesional que pidió mantener el anonimato. Además, añadió, que “hemos puesto estos hechos en conocimiento de la empresa ya que cuando circulamos por esta rotonda nuestro vehículo circula por encima de ella ante la falta de espacio y se pone en peligro los coches que circulan en sentido contrario”.

Ante esta situación, no se descarta que los vehículos pesados superiores a cinco toneladas sean desviados en un breve tiempo por la calle Almirante Lallerman.

Desde el Consistorio capitalino se justifica este proyecto para paliar los problemas de tráfico que se generaban en determinadas horas del día en esta zona, siendo la realización de la miniglorieta la actuación más adecuada ya que permitirá el acceso tanto a la calle Duero como a la calle Secundino Alonso desde todos los sentidos.

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