La Fiscalía pide 27 años de cárcel para un hombre acusado de haber matado el 4 de junio de 2018 con un martillo a su prima hermana, de 21 años, en la vivienda de Betancuria, en Fuerteventura, donde la joven residía junto a sus padres, a la que accedió con unas llaves que robó días antes.

En el juicio con jurado que comenzará el próximo lunes en la Audiencia de Las Palmas, el Ministerio Fiscal defenderá que el acusado, Jonatan R.S., es el presunto autor de un delito de asesinato con alevosía, por el que solicita que se le condene a 25 años de cárcel, y de un allanamiento de morada, por el que pide para él otros dos años de prisión.

En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía interesa que se aplique al procesado el agravante de disfraz y de aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo, al entender que, además de ocultarse bajo una chaqueta con capucha, para evitar ser identificado, accedió muy temprano a la vivienda de su prima, colindante a la suya, tras confirmar que ni su pareja ni sus padres estaban en casa o regresarían en las horas siguientes.

Fue entonces cuando, provisto de un martillo y llevando guantes de nitrilo para no dejar huellas, accedió a la casa donde vivía su prima y, posteriormente, a su habitación, situada en la planta superior, según la acusación.

Una vez allí, continúa el Ministerio Público, cerró la puerta para evitar que la víctima pudiera huir y comprobó que ésta seguía dormida antes de golpearla "con extrema violencia" en la cabeza con el martillo que llevaba, lo que provocó que la agredida "se despertara gravemente herida y aturdida".

Pese a ello, el procesado siguió propinando hasta 30 violentos golpes de martillo en la cara y la cabeza de la chica, a la que no dio tiempo de reaccionar porque pretendía "causarle la muerte inmediata", lo que finalmente consiguió con una "satisfacción libidinosa".

Acto seguido, y con el fin de "deshacerse de los vestigios de su crimen", el acusado dio la vuelta al colchón de la cama de la víctima para ocultar las manchas de sangre y trató de limpiar, sin éxito, con un cubo y una fregona, la que había en el suelo de la habitación.

Además, envolvió el cadáver de su prima con la ropa de cama y lo arrastró hasta el pasillo de la vivienda, pero, ante la imposibilidad de deshacerse de él, optó por huir, desde la planta alta del inmueble, por las terrazas de las viviendas adosadas donde ambos residían, en lugar de salir por la puerta principal para evitar ser visto en la calle.

Cuando llegó a su casa, a la que entró por una ventana que había dejado abierta para facilitar su huida, el presunto asesino fue al baño, donde metió sus ropas ensangrentadas en una bolsa de basura, sin percatarse de que su chaqueta con capucha quedó debajo del lavabo, relata la Fiscalía.

En esa misma bolsa de basura también depositó el martillo con el que había matado a su prima, una navaja, una cuerda y sus guantes.

Después de ducharse, el procesado dejó la bolsa de basura en la claraboya de una vivienda cercana a la suya donde sabía que no residía nadie.

El Ministerio Fiscal considera que el leve retraso mental que sufre el acusado no alteró su voluntad, capacidad de comprensión o conciencia en el momento de los hechos, "cuya ilicitud conocía", pese a lo cual "planeó el crimen de antemano, así como su ejecución y la posterior huida y ocultación de pruebas".

Además de 27 años de cárcel, la Fiscalía solicita para el procesado, en prisión preventiva desde el 11 de junio de 2018, cinco años de libertad vigilada, el pago de las costas, la inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, prohibición de acercarse a menos de 500 metros de los padres y el hermano mayor de la víctima, a quienes interesa que indemnice con 260.000 euros, cuantía a la que suma otros 20.000 en concepto de compensación a la pareja de la fallecida.