El abogado penalista Fernando Pamos de la Hoz ha solicitado a la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Puerto del Rosario (Fuerteventura) María Loreley Calvo que cite a declarar, en calidad de investigado, a dos agentes de la Guardia Civil por la muerte de un preso que estaba bajo custodia.

En concreto, el abogado basa la solicitud de la citación de los dos agentes en las declaraciones que constan en el atestado y que "fueron quienes custodiaban al detenido", centrándose además en que los guardias civiles se quedaron "con el detenido fuera, sin bajarle a calabozos, mientras se redactaba el auto de prisión, el mandamiento y un oficio --no está muy claro que clase de oficio-- para acompañar al detenido al lugar donde presuntamente tenía el dinero sustraído".

Sin embargo, el letrado expone, en un escrito al que ha tenido acceso Europa Press, que cuando un detenido acaba la comparecencia ante el responsable de un juzgado "ha de bajar inexcusablemente a calabozos y allí esperar el resultado de las gestiones procesales (auto de liberad, de prisión, cualquier otra)".

Por ello, entiende que los "dos agentes faltaron a la diligencia debida manteniéndole arriba --al preso--", añadiendo que además, la propia funcionaria del juzgado, S.A.M.A. explica que "se dispuso a realizar la documentación correspondiente al detenido, la necesaria para su traslado e ingreso en centro penitenciario, toda vez que su compañera, que tramitaba dicho expediente desconocía los documentos utilizados para el ingreso en prisión".

La funcionaria, agrega, cuando tuvo preparados los documentos "avisó a uno de los guardias civiles, al más veterano y que estaba más cerca del mostrador, que estaba realizando la custodia de Adrián Jesús, para que la recogiera", por lo que el abogado, que representa a la familia del fallecido, considera que el agente "desentendió su custodia en ese momento y además en un lugar donde no debían estar".

Así, mientras la funcionaria explicaba en qué consistía cada documento, "de manera sorpresiva e inesperada Adrián Jesús se levantó y salió corriendo hacia el pasillo donde se encuentra la sala de vistas". En relación con ello, y según el escrito, la propia funcionaria admite que el protocolo en estos casos generalmente se centra en que "si no hay una actuación inmediata con el detenido se baja a calabozos del juzgado", por lo que en este caso concreto se "desconoce por qué no se bajó al detenido a los calabozos".

Al respecto, el escrito puntualiza que una gestión de carácter inmediato que requiera la estancia en ese lugar del preso y no en los calabozos sería las "conducentes a que entrara en sala a declarar y fuera necesaria su presencia física inmediata pero nunca a que fuera notificado de una resolución".

Por último, también cita a declarar como testigo a la funcionaria, ya que entiende "muy importante" dilucidar la praxis habitual en la realización de las diferentes "gestiones inmediatas", así como la razón por la que estaba fuera y no custodiado en calabozos.