La organización SEO/BirdLife ha informado que dos de sus técnicos declararán este martes en calidad de testigos peritos en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) por la primera demanda contra una autorización ambiental de un parque eólico de la que la ONG tiene constancia desde las últimas subastas eólicas.

En concreto, se trata del parque eólico Puerto del Rosario (Fuerteventura), que promueve la empresa Naturgy Renovables S.L.U, y sobre el que señala la ONG que tras el análisis técnico del mismo los dos técnicos ecologistas constaron que la planta se ubica en las proximidades de una Zona de Especial Protección para las Aves, un espacio natural protegido dentro de la red europea Natura 2000, pudiendo afectar su instalación a especies catalogadas en peligro de extinción en las islas, especialmente al guirre y la hubara canaria.

Así, desde SEO/BirdLife se ha reclamado al Gobierno canario la necesidad urgente de que el próximo Plan de Transición Energética de Canarias (PTECan) "compatibilice el desarrollo renovable con la protección de la biodiversidad y el patrimonio natural" de las islas, así como se elabore la preceptiva evaluación ambiental estratégica del mismo.

Todo ello atendiendo a que hasta el momento la "mayor parte de la normativa autonómica en este sentido carece" de la necesaria evaluación ambiental estratégica, lo que aseguran "está provocando una innecesaria inseguridad jurídica que, como en este caso, acaba con los proyectos renovables" ante el juez, lo que afirman "no beneficia ni a la lucha contra el cambio climático, ni a la protección de la biodiversidad ni a la ciudadanía canaria", según informó la ONG en nota de prensa.

En cuanto a la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) 'Vallebrón y valles de Fimapaire y Fenimoy', próxima a la planta eólica cuestionada, explican que se trata de un espacio protegido de la Red Natura 2000 que se encuentra en el norte de la isla de Fuerteventura, y fue designado como tal para proteger a algunas especies de aves como el guirre (Neophron percnopterus majorensis) o la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertaventurae), ambas catalogadas en peligro de extinción.

Al respecto, matizan que el parque eólico Puerto del Rosario tiene generadores que se sitúan a menos de 100 metros de la ZEPA. Por ello, puntualizan que atendiendo al análisis técnico de SEO/BirdLife en el estudio de impacto ambiental "no se evalúan adecuadamente" las repercusiones a la Red Natura 2000 como exige la normativa nacional y europea, así como "tampoco se incorpora el mejor conocimiento científico posible, un principio básico" de cualquier evaluación de impacto ambiental.

En este sentido, entienden que se pondrían en riesgo no solo a las especies indicadas, sino también otras como tarros canelos (Tadorna ferruginea), cuervo canario (Corvus corax canariensis), ganga ortega (Pterocles orientalis), corredor sahariano (Cursorius cursor), alcaraván (Burhinus oedicnemus insularum), pardela cenicienta canaria (Calonectris borealis) o lechuza majorera (Tyto alba gracilirostris), entre otras.

Al respecto, indican que "curiosamente muchas" de ellas apenas se mencionan en los estudios de evaluación previos a pesar de estar presentes en la zona actualmente. Añaden que "todas estas especies están protegidas por algún instrumento regional, nacional o internacional".

Sin una "adecuada evaluación"

Para SEO/BirdLife hasta el momento el desarrollo eólico en Canarias "no" ha contado con una "adecuada evaluación ambiental" a nivel estratégico, tal como exige la normativa nacional, autonómica y europea.

En este sentido, subraya que hay una "ausencia" de una planificación que ofrezca garantías desde una perspectiva ambiental, lo que consideran "genera una situación de inseguridad jurídica que afecta a la oleada" de proyectos que, desde 2018, se plantean en las islas y que, en principio, "prevenían duplicar el número de aerogeneradores en el archipiélago para llegar a unos 1.000". A modo de ejemplo cita Lanzarote para apuntar que se preveía un incremento de casi el 270 por ciento en cuanto al número de infraestructuras.

Para la ONG, "sin una planificación adecuada" y atendiendo a un área de influencia de 2.000 metros en torno a cada aerogenerador, prevé que "unos 145 espacios protegidos bajo alguna denominación podrían verse afectados" (Espacios Naturales Protegidos, Red Natura 2000, Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) y Áreas prioritarias de reproducción, de alimentación, de dispersión y de concentración de las especies de la avifauna amenazada), de ahí que reclama una "adecuada zonificación", con su correspondiente evaluación ambiental estratégica, para compatibilizar el despliegue de renovables con la conservación del patrimonio natural canario "aportando seguridad jurídica" a promotores y proyectos.

En cuanto a los grupos faunísticos que se verían más afectados por la energía eólica, señalan que son las aves y los murciélagos, ya que los principales impactos son las colisiones, las molestias, el efecto barrera (que impide el movimiento natural de muchas aves) y la destrucción del hábitat.

SEO/BirdLife estimó en el año 2014 una horquilla de entre 6 y 18 millones de muertes causadas por los 17.780 aerogeneradores instalados en España en aquel momento, si bien en Canarias se desconoce la cifra real de muertes.

De todos modos, ante las "dudas importantes" sobre los informes de seguimiento que remiten las empresas promotoras de los parques eólicos, creen que hay "una mortalidad apreciable, a juzgar por la escasa información existente y por los estudios realizados en otros lugares". Añaden que en islas como Gran Canaria las colisiones de aves recabada por los agentes medioambientales "es verdaderamente preocupante".

Finalmente, SEO/BirdLife defiende el avance "rápido y firme" hacia un sistema 100 por 100 renovable en el conjunto del país y, en Canarias en particular, ya que combinado con un amplio abanico de medidas de eficiencia que ayuden a reducir los consumos y cambios modales, especialmente en transporte, permitirían alcanzar el objetivo de cero emisiones no más tarde de 2050, pero entiende que es un proceso que "no se puede hacer de espaldas" a la biodiversidad, especialmente en el caso de Canarias, que es una de las regiones de "mayor riqueza natural" de la Unión Europea.

Al respecto, expone que un patrimonio natural bien conservado "es clave no sólo en la lucha contra el cambio climático sino también para la calidad" de vida de la ciudadanía canaria y las generaciones venideras