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El tomate, generador de empleos

El Cabildo pretende activar la Cooperativa de Gran Tarajal, fundada en 1946 y que cerró sus puertas en 2019 v Los agricultores piden una desaladora para agua de riego

El tomate, generador de empleos

A pesar de producir tomate de calidad y diferenciado, cuya calidad se centraba en la salinidad del agua y la luz solar, diversos factores han contribuido a que los agricultores abandonaran el cultivo de tomates, lo que provocó que la Cooperativa de Gran Tarajal se apartara de la actividad exportadora después de 75 años. El Cabildo de Fuerteventura, con su consejero del sector primario, David de Vera, a la cabeza, pretende reactivar la actividad de la citada Cooperativa, en colaboración con sus rectores y agricultores y recuperar un fruto que antaño fue muy apreciado en los mercados europeos.

El sector agrícola del tomate, donde Fuerteventura históricamente mantuvo una importante supremacía no solo por la calidad del tomate majorero, sino por la superficie cultivada, ya es historia. En julio de 2019 cerró sus puertas la Cooperativa Exportadora de Tomate de Gran Tarajal, la única que funcionaba y que contaba entonces con 75 años de historia y que aglutinaba a una treintena de productores. Ahora, el Cabildo de Fuerteventura trata de reactivar la actividad de la misma y mejorar la situación del sector agrícola.

La historia del tomate en la Isla es eso, historia. Llegó a tener unas 200 hectáreas cultivadas y con seis empresas dedicadas a la comercialización. El deterioro del sector se inició por la falta de agua, los bajos precios en los mercados europeos, el alto coste de la producción y el transporte, el descenso de la comercialización y la competencia de Marruecos y otros países que comercializan sus productos en Europa en la época invernal. A ello se le unió la desidia institucional y el nulo interés político por salvar un sector agrícola que agonizaba y el nulo relevo generacional en la actividad.

El nuevo consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, David de Vera, ha mantenido una primera reunión con la directiva de la cooperativa, que preside Arturo Hernández, donde expuso que “fortalecer el tejido productivo del sector primario en Fuerteventura es una prioridad desde la corporación insular”.

La institución insular pretende que se recupere el tomate de la Isla, de excelente calidad

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La Cooperativa de Gran Tarajal se fundó en 1946. Por ello, para De Vera es primordial reavivar la actividad de la misma, “la más antigua de Canarias y que engloba la iniciativa agrícola profesional de Fuerteventura. Es prioritario recuperar la actividad, no solo de agricultores y agricultoras del tomate, sino de todo tipo de productos”.

El objetivo de estos primeros encuentros entre Cabildo y la Cooperativa es definir las actuaciones para que la Cooperativa Agrícola de Gran Tarajal pueda continuar ejerciendo la actividad agrícola y dar apoyo a los productores y productoras para que no afronten esta actividad de forma individual y si es posible garantizar el relevo generacional.

En medio de esta situación aparece además la crisis económica generada por la covid-19, cuyos efectos han causado estragos en el sector primario, afectado por la reducción de las ventas ligadas a los consumos de restaurantes, cafeterías, tiendas de alimentación y hoteles ubicados en Fuerteventura.

El tomate, generador de empleos

Para la directiva de la Cooperativa sureña, al no contar con los recursos humanos y económicos suficientes, es crucial contar con el apoyo de entidades como el Cabildo majorero, que conozcan de cerca la situación actual del sector agrario y esté realmente interesada en que se produzcan mejoras en el entorno rural.

Con el cese de la actividad de exportación por parte de la Cooperativa Agrícola de Gran Tarajal se dio cierre al empaquetado del tomate y también a algunas fincas productoras. Otras fincas desaparecen y continúan produciendo tomates para el mercado interior, aunque han tenido que reducir en una cantidad considerable la superficie de cultivo, ya que los canales del mercado local no absorben las cantidades que producía la cooperativa tomatera.

Para la Cooperativa es imperioso que el sector agrícola de la Isla se adapte al escenario actual, produciendo un tomate con todas las garantías de calidad y mostrándose competitivos a todos los niveles para afrontar mucho mejor los cambios acontecidos.

Agua agrícola para los cultivos

Los agricultores vienen demandando históricamente la necesidad de contar con la necesaria agua agrícola para garantizar sus cultivos. Han reivindicado una planta desaladora solo para uso agrícola con una red independiente a la del Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura (CAAF), donde en cada finca haya un contador y que se aplique una tarifa agrícola.

Con esta iniciativa quieren acabar con las actuales restricciones, dado el poco volumen producido y que no se suministra a todas las zonas, al margen de agilizar el trámite de los expedientes administrativos para solicitar el riego de sus cultivos.

Con el cese de la actividad exportadora se abandonaron numerosas fincas

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Gran Tarajal, localidad que pertenece al municipio de Tuineje, ha sido tradicionalmente la cuna de la agricultura majorera, especialmente del cultivo del tomate. Con al menos seis almacenes de empaquetado, en los tiempos de zafra triplicaba su población como consecuencia de la emigración local. Desde todos los rincones de Fuerteventura e incluso de otras islas, se desplazaban al pueblo majorero numerosas personas para trabajar en la zafra, bien como medianeros, jornaleros o en los almacenes de empaquetado. |

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