La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Aguas, ha proyectado en la isla de Fuerteventura una estación desaladora que se alimentará al 100% de energías renovables, más concretamente de energía solar fotovoltaica. Este sistema, cuyos estudios han sido financiados, pretende optimizar el proceso de desalación de agua de mar y, al mismo tiempo, minimizar costes.

Los directores generales de Agua y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Víctor Navarro y José Domingo Fernández, respectivamente, han presentado esta iniciativa al Cabildo majorero con el objetivo de implantar este sistema en la Granja Experimental de Pozo Negro, lo cual permitiría el bombeo de agua desalada hasta la zona alta del municipio de Antigua y el posterior riego por gravedad de toda la zona.

Las características de esta infraestructura serían un parque fotovoltaico de 1.600 kW de potencia pico, cinco módulos de desalación de agua de mar por osmosis inversa de 1.000 metros cúbicos al día cada uno, un sistema de control que incorpora una batería de 375 kWh, dos depósitos auxiliares de 2.000 metros cúbicos cada uno, bombas y conducción de agua de mar desde la playa hasta la Granja Experimental de Pozo Negro, bomba de impulsión de agua desalada y dos depósitos de agua de 35.000 metros cúbicos cada uno, a situar en la parte alta del municipio de Antigua. Los resultados operativos y económicos de este sistema son de 684.000 metros cúbicos de agua desalada cada año con un coste del agua en el depósito de Antigua de 0,47 euros el metro cúbico para una duración de 25 años. El presupuesto total se elevaría a 7.524.346 euros, de los cuales 1.600.000 euros corresponderían a los costes de las tuberías de impulsión.

Víctor Navarro señaló que “los impactos positivos directos de este tipo de plantas son la garantía de agua para el sector agrícola sin dependencia del régimen de lluvias, no agotar los acuíferos y nutrirlos, reducir los costes del agua para y la permanencia en el tiempo de los costes de este recurso”.

Los agricultores majoreros han venido demandando históricamente la necesidad de contar con agua agrícola para garantizar sus cultivos e incluso han propuesto en varias ocasiones la iniciativa que ahora plantea el Gobierno de Canarias. Además de una nueva planta potabilizadora en la Comarca Sur para atender las necesidades del sector primario con una potabilizadora propia y una red de suministro independiente a la del Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuertevemntura (CAAF), entidad consorciada por el Cabildo majorero y los seis ayuntamientos, los hombres del campo exigen una red de distribución propia para el agua agrícola.