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Los nuevos ‘ojos’ de José y Javier

La Fundación ONCE del Perro Guía asigna dos golden retriever a discapacitados visuales de la isla | Verna y Urón mejoraran la calidad de vidas de sus nuevos dueños

Los nuevos ‘ojos’ de José y Javier | A.C.

La Fundación ONCE del Perro Guía ha asignado dos perros de la raza golden retriever a dos afiliados de Fuerteventura con discapacidad visual. Esta iniciativa permitirá a estas dos personas a mejorar su calidad de vida facilitando la libertad de movimientos gracias al adiestramiento de sus nuevos compañeros de viaje. José Gómez y Javier Gallego reciben estos días un curso de formación para la adaptación de los perros a su vida cotidiana, así como a la socialización de los animales al nuevo hogar. Verna y Urón, los dos ejemplares de golden, se convertirán en los ojos de sus nuevos compañeros.

José Gómez y Javier Gallego son ciegos, pero estos días han recuperado sus ojos con la llegada de sus perros Verna y Urón, dos labradores retriever que les han sido asignados por la Fundación ONCE. Uno de los once instructores de la citada institución se encuentra en la isla para dirigir el periodo de formación y adaptación de los perros-guías a sus nuevos compañeros. De los 43 perros guía que actualmente se encuentran distribuidos por el Archipiélago por parte de la citada Fundación, tres se encuentran en Fuerteventura.

La formación que han recibido durante estos días José y Javier, afiliados a la ONCE, presidente de la Asociación de Discapacitados Visuales y Auditivos de Fuerteventura (Adivia) y quiromasajista, respectivamente, durante el curso de adaptación a los animales y al proceso de socialización en el ámbito familiar, que ha sido impartido por Eloy Aranda, les proporcionará una mejor calidad de vida. Además, supone un gran regalo con motivo del Día Internacional del Perro Guía, que se celebra el próximo miércoles.

La labor de los profesionales de la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) junto a las adaptaciones que se han llevado a cabo por la situación sanitaria, han permitido a los nuevos usuarios estar acompañados de su perro y salir a la calle a realizar la compra en un supermercado, adquirir medicamentos en una farmacia o asistir a una consulta médica, de forma autónoma.

José Gómez, presidente de la Asociación de Discapacitados Visuales y Auditivos de Fuerteventura (Adivia), señaló tras recibir su lazarillo de nombre Verna, un labrador retriever de color amarillo o melocotón, que “significa un cambio importante en mi vida porque durante 15 años he utilizado el bastón. Mi vida va a cambiar en cuanto autonomía personal y el perro es un cambio muy importante. Tenemos que trabajar ambos de forma conjunta. En los pocos días que llevo con él es un cambio significativo a nivel personal y familiar”.

José y Eloy caminan junto a Verna por las calles de Corralejo, realizando la misma ruta que diariamente realiza el invidente. El trabajo el instructor se centra principalmente en ayudar que el perro se habitúe a las rutas que Gómez necesita en sus quehaceres diarios, además que se adapte al espacio del nuevo inmueble donde va a residir.

Los nuevos ‘ojos’ de José y Javier

En opinión del presidente de ADIVIA “en mi caso que tengo mucha actividad me va permitir cambiar mi vida porque puedo ir desde mi casa hasta Puerto del Rosario hacer todo lo que hago en mi vida diaria”. Además, añadió que “una vez que se consigue el acoplamiento con el animal facilita la vida de una persona y lógicamente aporta a nivel sentimental y familiar un vinculo que va a cambiar mucho la vida de una persona ciega. Es como un miembro más de la vida. En tres días que llevamos juntos me ha salvado la vida del atropello de un vehículo. Ese vinculo te lo da alguien que no te pide nada.

Respeto

La Fundación ONCE del Perro Guía recuerda a la sociedad la importancia de respetar el derecho de acceso a todo tipo de espacios, establecimientos y transportes públicos o de uso público que las leyes de la Comunidad Autónoma de Canarias reconocen a las personas usuarias de perro guía.

En un entorno cada vez más complejo, la necesidad de moverse con independencia y seguridad obliga a las personas ciegas a apostar cada vez más por una solución ágil y fiable: el perro guía. Atesora un esmerado adiestramiento que le convierte en el mejor instrumento de movilidad de una persona ciega y le otorga la misión de convertirse en los ojos de quien no puede ver.

Los perros guías, primeros son entregados a familias colaboradoras, a los tres meses, para que se acostumbren a la vida social, ir en coche o por las calles entre personas. Al año regresan a la Fundación, ubicada en Boadilla del Monte (Madrid),, donde pasan por un aprendizaje inicial a cargo de un entrenador. El adiestramiento finaliza con el instructor, que es la misma persona que luego se responsabiliza de emparejarlo con la persona ciega.

Durante 12 días, el instructor Eloy Aranda se encarga en Fuerteventura de facilitar la transición de estos perros a los usuarios, así como realizar el curso de adaptación. “Por las mañana estoy trabajando con José en Corralejo y por la tarde con Javier en Puerto del Rosario. Lo que estamos haciendo es cubrir las rutas que ellos hacen habitualmente con bastón pero las estamos realizando con la técnica de orientación y movilidad con un perro y facilitar el transito de ese vinculo que los perros tienen conmigo para con ellos”.

No es la primera vez que la Fundación ONCE del Perro Guía asigna animales a personas ciegas o con discapacidad visual en Fuerteventura. El primer perro de esta institución llegó a la isla en 2002. Se llamaba Drago y fue asignado a Manuel Saavedra, entonces delegado insular de la ONCE. Este perro, ya fallecido, sufrió una enfermedad y tuvo que ser entregado a la Fundación. Drago fue sustituido por su compañero Lope. Arriba, José Gómez y Verna con el instructor Eloy Aranda. Debajo, Manolo con su perro Lope. |

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