La segunda jornada del juicio por la muerte de la joven Vanessa Santana Padilla, que arrancó el lunes en la Ciudad de la Justicia de Las Palmas, estuvo rodeada ayer de una enorme emotividad con la declaración de los padres de la víctima, en especial la madre Sonia, quien logró emocionar al Tribunal con su relato desgarrador.

El inicio de la jornada estuvo marcada por la sorpresa del día anterior cuando el presunto asesino Jonathan Robayna Santana, nada más comenzar el juicio, pidió que le tratasen con una mujer y que le llamaran Lorena, dado que había iniciado el proceso de cambio de sexo durante su estancia en prisión. Su declaración fue muy criticada desde los diferentes colectivos feministas y opinadores como la escritora Lucía Etxebarria, que considera que esta acción del presunto asesino es un insulto no sólo a la familia de Vanessa sino a todas las mujeres asesinadas.

«Me quitaron a mi niña, me quitaron a mi niña...», exclamó en varias ocasiones durante su relato Sonia Padilla Padilla, una madre rota por el dolor de haber perdido a su única hija, quien no pudo reprimir sus lágrimas durante toda su declaración, lo que provocó que la emoción se expandiera en el ambiente y terminara afectando a quienes se encontraban en la sala.

Mauro S. P., padre de la víctima, y Kevin G. C., su novio, también declararon sobre el luctuoso suceso que provocó el rechazo de la sociedad majorera y que originó una ruptura familiar dado que el padre de la víctima y la madre del presunto asesino, Lucía S. P., que también declaró ayer, son hermanos.

Lucía esgrimió durante su intervención que la culpa de la acción de su hijo al quitarle la vida a su prima Vanessa «es de la sociedad porque mi hijo es un hijo enfermo y no lo curaron».

Los hechos que juzga la Audiencia Provincial a través del Tribunal de Jurado tuvieron lugar a primera hora del 4 de junio de 2018 cuando Jonathan, tras asegurarse que Vanessa estaba sola en su domicilio se adentró en el mismo y, tras comprobar que estaba dormida, cogió el martillo que llevaba consigo y, haciendo uso de una extrema violencia, golpeó a la muchacha en la cabeza, lo que provocó que esta se despertara gravemente herida y aturdida.

Tras intentar protegerse de los golpes tapándose la cara, el acusado respondió con más golpes de martillo en la cabeza, hasta un total de 30, ocasionándole lesiones craneales graves que provocaron que se desangrara con gran rapidez, y cayó al suelo, al tiempo que gritaba a su madre para que la ayudara. El acusado, aprovechando que Vanessa se encontraba indefensa en el suelo y gravemente herida, continuó propinándole martillazos en la cabeza hasta terminar definitivamente con su vida. Yonathan, debido a la satisfacción libidosa que le provocó terminar con la vida de su prima, eyaculó encima, según el escrito de Fiscalía.

El Palacio de Justicia de la capital grancanaria acoge hoy la tercera jornada del juicio, que ha despertado una gran expectación no sólo en Fuerteventura sino en el resto del territorio nacional. Hoy será el turno para los investigadores de la Guardia Civil que proyectarán imágenes sobre la reconstrucción de los hechos.

Mañana serán los médicos y los forenses quienes deberán arrojar luz a los miembros del Jurado sobre el macabro asesinato.