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Crimen de Betancuria

Jonathan, culpable de asesinato, allanamiento y agresión sexual

El jurado emite el veredicto por unanimidad y sin tener en cuenta ninguna de las atenuantes alegadas por la defensa y sí todas las agravantes presentadas durante el juicio por la muerte de Vanessa Santana a martillazos

La Audiencia de Las Palmas ha comenzado este lunes el juicio ante Jurado contra Jonathan de Jesús R.S., acusado de haber asesinado a su prima Vanessa Santana en Fuerteventura el 4 de junio de 2018

El autor confeso del crimen de Betancuria, Jonathan Robaina, ha sido declarado culpable de los delitos de asesinato con alevosia y ensañamiento, allanamiento de morada y agresión sexual, delitos todos ellos cometidos sobre su prima Vanessa Santana. El jurado considera probado que Jonathan Robaina asesinó a martillazos a su prima el pasado 4 de junio de 2018, en Betancuria, y además la agredió sexualmente. Hizo todo esto después de colarse en la vivienda de la víctima, abriendo la puerta con una llave que le había robado.

El veredicto fue emitido por unanimidad de todos los miembros del jurado, que no tuvieron en cuenta ninguna de las atenuantes alegadas por la defensa y sí todas las agravantes que durante el juicio por la muerte de Vanessa Santana salieron a relucir a través de los testimonios de los testigos y las pruebas presentadas por la fiscalía y las acusaciones particular y popular.

En vista de este veredicto, el Ministerio Fiscal y las acusaciones ejercidas por la familia de la víctima –la particular– y el Instituto Canario de Igualdad –la popular– han pedido al tribunal que Jonathan de Jesús Robaina Santana sea condenado a 42 años de cárcel: 25 por asesinato, 15 por agresión sexual y dos por allanamiento de morada. Además, reclama una indemnización de 280.000 euros destinados a los padres, el hermano y el novio de la víctima.

El juicio contra Jonathan Robaina, que arrancó el pasado 31 de mayo, queda ahora visto para sentencia. Durante el mismo, el propio Robaina admitió ante el juez y el jurado que mató a su prima de al menos treinta martillazos asaltándola de madrugada cuando dormía y estaba sola en casa. Además, durante su declaración achacó el crimen a un «arrebato» por problemas mentales.

Hubo en el juicio momentos de rabia, indignación y mucho dolor, en especial para sus padres y familia, pero la sorpresa se generó en la primera jornada cuando el acusado declaró que estaba en proceso de cambio de género y pidió que le llamaran Lorena. 

La sorpresa del primer día quedó en una pura anécdota, que ha sido tomada por el jurado del mismo modo que por la fiscalía y las acusaciones, como una argucia de la defensa para tratar de aminorar la pena, evitando que el crimen se considerara violencia contra la mujer. En esta línea de defensa, Jonathan también alegó que no hubo agresión sexual, algo que los forenses contradijeron, certificando que eyaculó sobre la víctima, probablemente después de haberla matado.

La intervención de los agentes de la Guardia Civil, en especial el sargento Suárez del Grupo de Homicidios, fue determinante para exponer la personalidad obsesiva de Jonathan al descubrir en sus ordenadores enlaces hacía vídeos sobre cómo asesinar una mujer y no dejar huella, es decir, sobre cómo cometer el crimen perfecto. Del mismo modo, hallaron diez teléfonos móviles y más de 26.000 imágenes de mujeres. Por su parte, los médicos-forenses expusieron que el presunto criminal de Betancuria no padece disforia de género ni una ausencia de remordimiento. Además, detallaron como la muerte de Vanessa se produjo por ensañamiento y por la intensidad de los golpes, al tiempo que introdujo por el ano un objeto rígido cuando la muchacha estaba inconsciente, pero todavía con vida.

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