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SOS por el convento franciscano

La falta de implicación de otras administracciones pone en peligro el proyecto

v Se ha descubierto en la zona del claustro un habitáculo no documentado

Imagen aérea a vista de dron del convento franciscano de San Buenaventura, el la villa histórica de Betancuria. | | LP/DLP

El convento de San Buenaventura es uno de los enclaves históricos de mayor trascendencia que se conservan en la actualidad, no solo en Fuerteventura sino en el conjunto del Archipiélago. Durante años cayó en un completo olvido lo que favoreció su deterioro. Esta situación llevó hace tres años a la Dirección General Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias a diseñar un plan de actuación centrado en la investigación, permitiendo recuperar sus valores históricos y patrimoniales. Los trabajos de la tercera fase están a punto de finalizar con nuevos y reveladores datos.

Ayer, se realizaron tres visitas guiadas al convento, en tres grupos de 20 personas, donde los participantes pudieron apreciar los trabajos realizados este año así como en los anteriores. Las entradas, totalmente gratuitas se agotaron en tan solo 24 horas. El arqueólogo Marcos Moreno, licenciado en Historia, codirector de la empresa Tibicena, que lleva a cabo la investigación en el convento, y coordinador de los trabajos arqueológicos en el complejo de San Buenaventura, fue el encargado de exponer los resultados de los trabajos a los asistentes.

El convento franciscano de Betancuria, autorizado por Benedicto XIII, comenzó su andadura en 1416, hace ahora 605 años. Del espacio original quedan en pie la ermita de San Diego, la iglesia conventual y unos restos de muros que sacó a la luz Roberto Roldán Verdejo en 1965. Fue en 2018 cuando la empresa Tibicena, Arqueología y Patrimonio recibió el encargo de realizar la primera intervención arqueológica metodológica en el lugar, unos trabajos en los que se constató que la planta del convento desaparecido se había conservado apenas a cincuenta centímetros bajo el suelo.

Una nueva excavación desarrollada en 2020, confirmó el excelente estado de conservación de los restos, que trajo diversas novedades que en buena medida contradicen lo que hasta el momento se conocía sobre el lugar.

Actualmente se esta a punto de culminar la tercera campaña de excavaciones que se ha desarrollado durante los meses de junio y julio y se ha centrado en la zona noroeste del claustro. «Hemos confirmado la originalidad del habitáculo, además en su extremo sur, hemos localizado un nuevo espacio interior no documentado hasta el momento. La nueva sala conserva el suelo empedrado y otros elementos estructurales que están por definir aunque la hipótesis principal es que presumiblemente sea un espacio para la preparación de alimentos o su consumo, ya que aparece un volumen considerable de cenizas con restos de fauna y otros desechos», señaló Marcos Moreno.

La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Nona Perera, que mañana visita el convento para conocer el desarrollo de los trabajos, señala que «en estos días finaliza la tercera campaña arqueológica que ha permitido intervenir en una superficie aproximada de 60 metros, localizando la parte exterior del muro perimetral del claustro a partir del patio. También se ha trabajado en la cocina dotada de un muro, paquete de cenizas y un empedrado caracterizado por su excepcional factura». Además, añadió que «destacamos también la pobreza de materiales arqueológicos, posiblemente indicativo del proceso de desamortización a la que se somete. De esta manera varios inmuebles de Betancuria y de Pájara, entre otros, cuentan con materiales constructivos procedentes de este convento». Además, apuntó que «resulta esencial conocer el plan de misiones que autoriza Benedicto XIII. Determinados periodos de la historia de Canarias se pueden conocer por fuentes documentales escritas que, en ocasiones como esta, se enriquecen con la investigación arqueológica».

La directora general también reconoce que «este es un proyecto que no puede abordarse a través de pequeños contratos, sino que estimo debe enriquecerse con la participación de otras administraciones para que la ciudadanía pueda comprender estas fases de su pasado a la vez que lo visita y disfruta de sus vestigios».

Mayor implicación

A las reivindicaciones de Nona Perera sobre la necesidad de una mayor participación de otras administraciones en el proyecto del convento de San Buenaventura, se une también Marcos Moreno, señalando que «el tipo de contratación actual, apoyado por solo una administración, la Dirección General de Patrimonio Cultural no augura un buen futuro para el proyecto, sea el que sea”. También, agregó que «el convento franciscano podría ser una gran parque arqueológico periurbano y aportar a la villa de Betancuria un plus de calidad turística. Además, de ser una villa histórica dispondría de un bien cultural visitable de primer orden, que junto al Museo Arqueológico permitiría transformar el lugar en una visita. Y esto es crear riqueza, cultura y económica. Pero, como siempre, parece que algo que nosotros vemos como evidente no se ve así por muchas administraciones. Esperamos que el esfuerzo que está haciendo la Dirección General no ceje y vuelva a olvidarse el convento nuevamente».

En opinión de Moreno, la posible iglesia original está bajo varios metros de sedimentos.

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